El apoyo de los españoles al BCE se ha disparado en los últimos cinco años
Es uno de los países europeos donde existe un mayor apoyo al banco central
El Banco Central Europeo (BCE) fue la institución comunitaria más determinante para aplacar la crisis de deuda que asoló la eurozona en 2012. Y ahora está siendo determinante para contener las consecuencias financieras de la crisis del coronavirus. Los españoles han reconocido ese papel y están entre los ciudadanos europeos que más confían en este organismo.
El banco central presidido por Christine Lagarde ha hecho público hoy un estudio donde se analiza el respaldo que ha tenido el BCE durante la última década. Aunque, en general, se ha ido deteriorando entre 2009 y 2019, en el caso de los españoles se ha mantenido estable en la década, y ha subido con fuerza en los últimos cinco años.
Tan solo los ciudadanos de tres países de la eurozona presentan una mayor confianza que los españoles hacia el BCE: Letonia, Lituania y Eslovaquia. Bélgica y España están empatados, con un índice de confianza del 46%.
Entre 2014 y 2019, cuando el BCE desplegó el programa de compra de bonos soberanos diseñado por Mario Draghi para reducir el coste de financiación de los países periféricos, el respaldo español hacia el banco central ha aumentado en 18 puntos.
En cambio, en otros países meridionales, el apoyo al organismo ha caído en ese periodo. 21 puntos en Portugal y 18 puntos en Grecia. En Italia, se ha mantenido estable desde 2014.
El respaldo hacia el euro ha aumentado
Durante los meses más oscuros de la crisis de deuda de la zona euro, en 2011 y 2012, la desconfianza hacia la moneda única europea aumentó con fuerza. La posibilidad de que Grecia pudiera llegar a abandonar el euro levantó muchas dudas sobre su irreversibilidad. Finalmente, la sangre no llegó al río y la confianza en el euro se ha ido recuperando.
En la actualidad, hay mayor apoyo hacia la moneda única que hacia el propio Banco Central Europeo (BCE).
Con todo, los investigadores que han elaborado el estudio enmarcan la visión hacia el banco central dentro de un progresivo aumento de la desconfianza hacia todo tipo de instituciones, provocado principalmente por dureza de la crisis financiera iniciada en 2008.
"Comparado con otras instituciones de la Unión Europea y de ámbito nacional, la cofianza en el BCE parece haberse visto afectada de forma desproporcionada durante la crisis, experimentando un mayor deterioro y una recuperación más lenta", explica el informe del BCE, para explicar la evolución de la última década.
Los Estados donde existe mayor desconfianza hacia el banco central de la eurozona son los que menos han necesitado de sus masivos programas de compras de activos: Luxemburgo, Austria, Alemania y Holanda. En estos países, la mayoría de los economistas y políticos se ha mostrado críticos con la política monetaria de compra de deuda de países periféricos, al considerar que se incurría en un riesgo moral, reduciendo los costes de financiación de países que no habían demostrado el suficiente rigor en la gestión de sus cuentas públicas.
En Luxemburgo, Alemania y Holanda, de hecho, hay más gente que desconfía en el BCE que gente que sí que confía en la institución. Curiosamente, la percepción que tienen los alemanes del organismo ha mejorado mucho en los últimos cinco años, siendo el tercer país de la eurozona con mayor subida.
Otra de las críticas que se vierten desde estos países hacia el BCE se refiere a las consecuencias negativas del largo periodo de bajos tipos de interés. Este tipo de políticas beneficia a los países, las familias y las empresas más endeudadas, pero perjudica a los ahorradores, que ahora casi no obtienen rendimiento de la inversión en bonos.