Turistas que huyen de las aglomeraciones: la oportunidad de los pequeños
Webs colapsadas y casos de reservas por encima del año pasado permiten ser optimistas. Campings, casas rurales o autocaravanas, expectantes ante la apertura de vuelos desde Europa.
En el oscuro panorama actual del turismo, hay un rayo de esperanza para determinados alojamientos. A la vista de cómo están yendo los primeros días de apertura, son prudentemente optimistas. El coronavirus ha obligado a adaptarse. Y en esa adaptación, la propia esencia de negocios como la vivienda vacacional, los campings, el turismo rural o el de autocaravana, ha resultado ser una aliada.
Cuando han podido reabrir, se han encontrado con que son más apreciados por su aislamiento en zonas rurales, la autonomía que permiten a los turistas o la dificultad de que se produzcan aglomeraciones en ellos.
Eso les diferencia de hoteles y apartamentos, que además en Canarias suelen estar concentrados en las áreas turísticas del sur de las islas. La inquietud de quienes acuden a estos alojamientos “alternativos” es siempre la misma: Las medidas higiénicas y anticontagios. “Nos preguntan siempre si van a estar aislados, si no tienen que compartir piscina o zonas comunes…” resume Doris Borrego, que preside la Asociación Canaria de Alquiler Vacacional.
El sector del turismo rural, el más cauto de todos
Borrego es optimista y cree que se beneficiarán de esa huida de recepciones llenas, salones de bufé libre o turistas concentrados junto a una piscina. Estos días les piden “casas con piscina o en la costa” y grandes para reunirse con la familia tras estar aislados. Forzosamente los clientes son aún canarios, pero “no se han cancelado las reservas para julio y agosto y hay nuevas esperando que haya vuelos. Incluso hay alojamientos con el calendario al completo. Esperamos un buen verano”.
Algo más cauto es el sector del turismo rural. Tradicionalmente sus clientes proceden de fuera, por lo que es fundamental para ellos la apertura a vuelos europeos. Mientras, se nutren de turismo local “sobre todo en Tenerife y Gran Canaria” afirma Pedro Carreño, presidente de Acantur. Y apunta un dato para la esperanza: “Se han dejado de anular reservas, que se habían anulado hasta para septiembre”. Viendo las preferencias turísticas en la desescalada, cree que están bien posicionados y que “hay motivos para pensar que vamos a ser los premiados en esta nueva situación”.
Huyendo de las zonas turísticas y sus aglomeraciones llegan también a los campings canarios. En ellos está el claro ejemplo de que el turista local está buscando el camino de la naturaleza. Han tomado medidas para abrir como cerrar las piscinas o limitar su aforo, dejar parcelas de separación o estrictos protocolos de uso y limpieza de los baños comunes.
Los alojamientos alternativos esperan un buen verano
En el Camping de Tasartico, en Gran Canaria, desde que abrieron el once de mayo se han llenado cada fin de semana. Raouiya Eddassouqi, su gestora de reservas, compara su situación con la de varios apartamentos turísticos que gestionan en Arguineguín: “El camping está lleno y rechazando reservas y los apartamentos vacíos”. En Tenerife, el Camping Montaña Roja abrió su página web el 4 de junio. Se colapsó por la alta demanda. “Nunca pensamos que fuéramos a tener tanto público entre gente de aquí. Suelen ser más clientes de fuera” dice asombrada Laura Barrios, su encargada. Está convencida de que va a ser “un boom” porque “hay muchos alemanes e ingleses que ya se han puesto en contacto para venir, pero claro, dependen de la conectividad”.
Otra alternativa con buenas perspectivas es la de las autocaravanas. Una modalidad de turismo que ofrece más seguridad ante el virus por su autonomía y su posibilidad de llevar la casa a cuestas de isla en isla. Miguel Ángel Martín, propietario de Autocaravanas Tenerife y Fuerteventura, no escatima en su apreciación. Para él este año “ha sido un bombazo, tanto en venta como en alquiler”. Ha visto como se pasaba de la parálisis del confinamiento a unas reservas “un 50% superiores que las del verano pasado en las dos islas”.
Este verano atípico es también una oportunidad para captar nuevos clientes. Así lo cree José Tavira, copropietario de Autocaravanas Gran Canaria, que abrió el negocio el verano pasado. Aún no puede comparar, pero sí afirma que ahora “llega gente que no quiere ir a otro alojamiento, o incluso que no han alquilado nunca y ahora se lanzan”. Con las reservas para julio y agosto al 70% espera, como el resto de negocios, que se abran las rutas aéreas para confirmar sus expectativas.
Las medidas necesarias para evitar problemas
Seguridad. Evitar adornos innecesarios, cerrar jacuzzis, o eliminar la recepción son medidas de protección anti Covid 19. El camping Montaña Roja, por ejemplo, manda un código QR a sus clientes con el que recogen la llave en “una máquina creada para esto y sin necesidad de contacto con nadie”, destaca su encargada. La desinfección la hacen con un dispositivo de rayos ultravioletas.
Plataforma. La crisis ha acelerado proyectos pendientes como el de la plataforma de intermediación de vivienda vacacional. Se llama viviendasvacacionales-canarias.com y estará en funcionamiento en breve. Pondrá en valor un sector “con un impacto de 1500 millones de euros al año de los que el 40% se queda en las inmediaciones de las viviendas” afirma Doris Borrego citando un informe del Gobierno de Canarias.
Valor rural. El turismo rural, con 800 alojamientos y 1000 empleos directos, pide que se tenga más en cuenta “lo que aportamos al turismo y a la sociedad restaurando patrimonio y conservando la cultura rural y la gastronomía”. Carreño hace un llamamiento a los canarios para que “no se olviden del interior” de las islas.