El mes de abril, la etapa más dura de la pandemia del coronavirus en España, arrojó un colapso sin precedentes en el uso del transporte público. Con los ciudadanos forzados a quedarse en sus casas y la economía en estado de hibernación durante buena parte del mes (hasta el 9 de abril por decreto y, hasta el lunes 13, por la Semana Santa), el transporte de viajeros se hundió un 91,4% sobre el mismo mes de abril del año 2019. Si en 2019 se movieron en avión, autobús, metro o tren 422 millones de pasajeros, en 2020 fueron apenas 36 millones.
El uso de los transportes cayó prácticamente a cero en los trayectos largos.La caída de viajeros ha sido casi total en el transporte aéreo, con apenas 37.000 usuarios en viajes en avión domésticos, un 99% menos que hace un año, aunque se mantuvieron algunos enlaces esenciales. Igualmente, en trenes de larga distancia, donde se recortaron las frecuencias un 70%, la caída de pasajeros fue del 98,7% en larga distancia y AVE, y del 93,7% en media distancia. El transporte por autobús bajó el 97,7%.
En el transporte urbano, la caída ha sido algo menor. Es el tipo de transporte colectivo más usado del país, pero apenas 22,2 millones de viajeros, un 91,3%, lo usó respecto al mismo mes del año 2019. El transporte por metro disminuye un 90,9% en tasa anual. El metro de Sevilla presenta el mayor descenso, del 96,3%, y Bilbao el menor (87,4%). En Madrid y Barcelona la caída ha sido del 91,2% y 90,7%, respectivamente. Las caídas en el uso de trenes de cercanías y autobuses interurbanos de corta distancia rondan también el 90%.
El autobús urbano ha caído el 91,5%. Los mayores descensos se dan en Castilla y León (−93,8%), Región de Murcia (−93,5%) y Cataluña (−93,0%). Este tipo de transporte se ha suspendido en algunas ciudades y en otras se ha ofrecido de forma gratuita. Principado de Asturias (−85,4%), Canarias (−87,3%) y Galicia (−89,5%) registran los menores descensos en el transporte por autobús.
Por otro lado, y como consecuencia de las disposiciones del estado de alarma, el transporte especial escolar (donde se incluye el transporte de ancianos o minusválidos a centros de día o especializados) se ha visto reducido prácticamente a cero (−99,8%). Por el contrario, el transporte especial laboral registra la menor bajada en abril, con una tasa anual del −54,0%, apoyado en el hecho de que la industria, que solo paró durante la hibernación económica, habitualmente dispone este tipo de rutas para sus empleados.