La CNMV: “Lo peor ha pasado, los mercados se van a consolidar en términos positivos”
Sebastián Albella señala que el supervisor sigue con las luces ámbar por lo que pueda pasar
Los mercados ya se han calmado. El Ibex marcó un mínimo de 6.100 puntos el pasado 16 de marzo, y ahora está por encima de los 7.600 puntos. La actividad de la CNMV, pilotada por Sebastián Albella, ha sido máxima en la crisis del Covid-19, con medidas de veto de las posiciones cortas, levantado el pasado 18 de mayo, y supervisión de infraestructuras de mercados (BME Clearing, por ejemplo), así como vigilancia especial de algunos participantes, como las gestoras de fondos de inversión.
Albella advirtió el martes en una conferencia en el Consejo General de Economistas que el nivel de estrés de los mercados españoles se ha disparado hasta un nivel cercano a los 0,6 puntos, cuando lo habitual es de 0,4. Pero, aun así, recalcó que se situó lejos de los 0,8 que se alcanzaron en 2009 y 2012.
La buena noticia, pese a que “los supervisores siguen con las luces ámbar encendidas por lo que pueda ocurrir, es que lo peor ha pasado en general, y la situación de los mercados se va a consolidar en términos positivos”, sentenció Sebastián Albella. Eso sí, el jefe del supervisor hizo un llamamiento a la prudencia. Destacó que los sistemas “han funcionado”, pero advirtió también de que, tras la crisis de nerviosismo, pueden llegar “problemas de solvencia que se reflejen en los mercados”.
Sobre los problemas en la liquidación, como publicó CincoDías el pasado lunes 8 de junio, Albella admitió que se han producido fallos (retrasos) en la entrega de los valores, debido al incremento de los volúmenes de negociación. “Se produjeron muchas más demoras en la entrega de los valores; si habitualmente se produce un 5%, la tasa se duplicó”. “Pero estos problemas resolvieron en uno o dos días. Se debió al momento de alto volumen y al teletrabajo del personal de las plantillas de las entidades”, aclaró.
Posiciones cortas
La CNMV fue el supervisor europeo más intrépido, al prohibir el 13 de marzo las posiciones cortas sobre 69 valores. Lo hizo después de que el Ibex sufriera la mayor caída de su historia (-14%). Y unos días más tarde, junto a los supervisores galo, belga, griego, austriaco e italiano, decretó la prohibición total desde el 16 de marzo hasta el final de la sesión del pasado 18 de mayo, cuando decidió no prolongar el veto.
“Los efectos de los vetos de las posiciones cortas se limitan a unos pocos días”, reconoció el martes Albella. Aunque aseguró que pueden contribuir a calmar a los mercados y a detener las espirales bajistas, al retirar algo de fuerza bajista del mercado. Pero el efecto no es duradero: se puede comprobar al comparar la evolución de los índices en los países que se ha adoptado la prohibición frente a los que no. Además, el veto tiene un reverso tenebroso sobre la liquidez.
“Seguimos estando en una situación especial y seguimos prestando muchísima atención a la evolución de los cortos, yo espero que no tengamos que adoptar esta medida nunca más, ni siquiera en esta fase, pero es una herramienta que está ahí para situaciones excepcionales”, aseguró el jefe del supervisor de los mercados.
La CNMV vigiló las gestoras de fondos de inversión, más de 120, para que fueran prudentes ante posibles dificultades en los reembolsos y para que no vendieran solo sus activos más líquidos.