España toma ventaja y lanza un bono sindicado a 20 años por 10.000 millones
El Tesoro lanza deuda a este plazo por primera vez y marca el camino al resto de Europa; seis bancos pilotan la colocación entre institucionales
La espiral financiadora a buen precio de España no cesa. El Tesoro ha dado instrucciones a sus bancos de referencia para que recaben hoy las órdenes necesarias entre inversores institucionales para que coloquen un bono sindicado por un mínimo de 10.000 millones a 20 años. Será la tercera venta de deuda efectuada sin una subasta mediante desde que estalló la pandemia. El objetivo es que las obligaciones se vendan hoy, salvo que ocurra algo inesperado.
El organismo que preside Carlos San Basilio no tiene tiempo que perder. Su misión es cubrir el agujero de déficit que registrará España este ejercicio, y que se situará entre el 10,3%, según las previsiones del Gobierno, y el 14%, según las de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Como mínimo, tendrá que emitir unos 300.000 millones de euros de deuda, según anticipó hace dos semanas el propio Tesoro, que actualizó su estrategia de inicios de año, en la que contemplaba una emisión total de 196.504 millones. De ambos importes, hay que restar los 164.000 millones en vencimientos.
La rebaja de los tipos de interés de la deuda soberana española a todos los plazos, gracias a la intervención en el mercado secundario del BCE, supone que este es el momento óptimo para seguir llenando las arcas públicas. Así, el Tesoro dio órdenes ayer a BBVA, Crédit Agricole CIB, Citi, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Natwest para el lanzamiento de una referencia a algo más de 20 años, vencerá en octubre de 2040, según Bloomberg. La fórmula, como es habitual cuando se inicia un bono con un nuevo vencimiento, es la emisión sindicada. El Tesoro aprovecha así el refuerzo en 600.000 millones del programa de compras antipandemia del BCE.
Innovación
No existe actualmente en vigor ninguna obligación española con una duración de 20 años. Las más cercanas son una que expira en julio de 2037 y que paga en el mercado secundario un 1,2%, y otra que vence en octubre de 2050 con una rentabilidad del 1,4%. Previsiblemente, el tipo de interés se situará en un punto intermedio entre ambas.
El Tesoro ha acelerado la financiación con el lanzamiento de dos emisiones sindicadas desde que se declaró el estado de alarma. La primera fue el 24 de marzo, cuando el organismo de financiación del Estado colocó 10.000 millones de euros a siete años con una demanda que multiplicó el importe vendido por 3,6 veces. El precio fue del 0,84%.
La segunda tuvo lugar el 22 de abril, y entonces logró la proeza de vender 15.000 millones de euros, lo nunca visto, a un plazo de 10 años. La demanda rozó los 100.000 millones de euros y la avidez extranjera estuvo fuera de toda duda.
Las peticiones se repartieron en 560 cuentas, muy diversificadas tanto desde el punto de vista geográfico como por tipología de inversor, y la participación de inversores no residentes superó el 79% del total de la emisión. Con esas dos emisiones extraordinarias, el Tesoro captó 25.000 millones de euros de dos tacadas. Importe al que se añadirá lo que consiga en la emisión que arranca hoy.
El organismo público, además, al mismo tiempo, ha ido ampliando en cada subasta ordinaria el volumen adjudicado. Las últimas subastas de deuda a medio y largo plazo han sido las más voluminosas desde enero de 2012, en plena crisis de deuda en la zona euro.
El Tesoro, pese a todo, puede respirar aliviado. El coste medio de las nuevas emisiones en lo que va de año apenas supera el 0,3%, mientras que el coste medio de la deuda en circulación continúa contrayéndose y se sitúa en un mínimo histórico de 2%. Explica que todo esto ha sido posible al tiempo que aumentaba la vida media de la cartera de deuda del estado a niveles máximos, situándose actualmente en 7,74 años.
Más letras con la prima por debajo de 90 puntos
Subasta. Además de la emisión sindicada a 20 años que arranca hoy, el Tesoro tiene previsto subastar en la jornada letras a 6 y 12 meses por entre 6.000 y 7.000 millones de euros. Como en las últimas, el importe es superior al habitual antes de que estallara la crisis del Covid-19, cuando el importe máximo solía rondar los 4.000 millones. La prima de riesgo española sigue situándose por debajo del umbral de los 100 puntos básicos. Después de que Christine Lagarde ampliara el programa de compras de deuda pública y privada en 600.000 millones, el riesgo-país se situó por debajo de 90 puntos. El 26 de marzo, cuando se conocieron los detalles del programa de compras para luchar contra los efectos económicos del Covid-19, la prima de riesgo retrocedió a los 93 puntos. El máximo en los últimos tiempos data del 22 de abril, cuando superó los 150 puntos básicos. El plan de reconstrucción europeo diseñado por la Comisión, con una potencia de fuego entre ayudas directas y préstamos de 750.000 millones, también ha calmado el mercado de deuda.
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