Alcoa confirma el inicio del despido colectivo de 534 empleados de la factoría de Lugo
La multinacional del aluminio pretende cerrar la fábrica de ese material y mantener la de alúmina La planta de aluminio cerró el pasado ejercicio con pérdidas de 63 millones de euros
La multinacional estadounidense Alcoa ha anunciado el inicio del procedimiento de despido colectivo de hasta 534 trabajadores de los 633 que tiene en una de sus dos fábricas en San Cibrao (Lugo), la planta que fabrica aluminio. La dirección de la empresa en España ha comunicado la decisión a los representantes sindicales pasado el mediodía. La compañía justifica el cierre por "la situación insostenible por la que atraviesa la planta de aluminio, debido a factores estructurales inherentes y a dificultades de carácter permanente", según expone en un comunicado publicado este jueves.
La empresa añade que es "consciente del posible impacto en los empleos", por lo que propone "abrir un periodo informal de consultas con la representación de los trabajadores, que tendrá una duración aproximada de tres semanas". Ese lapso será utilizado para "discutir las opciones y medidas" y será previo al periodo formal de consultas. Este periodo no afectará a la plantilla de la planta de alúmina (510 personas), mientras que dejará en mínimos el personal de la de aluminio (hasta ahora compuesta por 633 trabajadores), manteniendo operativa solo la parte de fundición.
Según medios de comunicación gallegos, el cierre de la fábrica extenderá los daños a otros 700 trabajadores que de forma directa o indirecta dependen de Alcoa y que trabajan en unas 500 empresas auxiliares de esta planta de la aluminera.
La planta de aluminio lucense cerró el pasado ejercicio con pérdidas de 63 millones, superiores al saldo positivo de 46 millones que arrojó la planta de alúmina, y para este año estiman una cifra de números rojos similar o superior, dada la situación del mercado del aluminio en estos momentos. Un mercado en el que concurren bajos precios del aluminio, un problema de sobreproducción que parte de China y, en Europa, el sector se encuentra paralizado por la pandemia. Alcoa cita en la nota algunos de estos aspectos, que describe como "problemas estructurales" (alto coste de la energía, bajo precio del aluminio y exceso de capacidad global), responsables de "significativas pérdidas recurrentes", al parecer de la empresa.
Desde marzo, en la planta de San Cibrao ha inactivado una veintena de cubas en el departamento de electrólisis, de manera que no se han renovado esas cubas que han llegado al final de su vida útil. Ese parón ya se ha traducido en las empresas auxiliares que realizan esta tarea: 43 trabajadores se encuentran en ERTE, informa 'La Voz de Galicia'.
Alcoa, a través de su presidente en España, Álvaro Dorado, ya adelantó en el pasado el destino al que está abocada la fábrica: "No es viable producir aluminio primario en España".
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha recordado a Alcoa que ha recibido "muchas ayudas públicas" en España, por lo que le ha pedido que sea "corresponsable" con el momento que está atravesando el país, ha asegurado a 'La Sexta'. "Conocemos los problemas estructurales que tiene Alcoa, hemos trabajado muy de la mano con el comité de empresa y también con la dirección; el contexto actual de importante caída de la demanda de aluminio primario hace que la empresa tome decisiones", ha señalado Maroto.
El año pasado la empresa ya tomó la decisión de cerrar sus plantas de A Coruña y Avilés (Asturias), alegando las mismas razones. Finalmente, tras la colaboración del Ministerio con los gobiernos autonómicos, ambas fábricas acabaron en manos de Parter Capital, un fondo suizo que recientemente las ha vendido a su vez a Grupo Riesgo.
Referente económico en la provincia
El proyecto de las fábricas de Alcoa San Cibrao comenzó a gestarse en 1972 y a lo largo de sus 40 años de funcionamiento se convirtió en un referente económico de la franja norte de la provincia de Lugo. Durante los últimos meses los sindicatos se movilizaron ante la reducción de la producción y la posibilidad del cierre, así como para reclamar un estatuto para las industrias electrointensivas.
Alcoa ya mostraba en enero que la continuidad de la actividad estaba comprometida. Para este ejercicio la compañía prevé pérdidas en ambos campos de actividad que continúan la tendencia de pérdidas del 2019, previas al parón económico del Covid-19.
Acusaciones de Alu Ibérica
Esta semana acaba el plazo que Alcoa otorgó al fondo suizo al que le vendió las fábricas de A Coruña y Avilés (Parter) para que les notifique "que tienen la intención de mantener los compromisos del acuerdo de venta". Los helvéticos las revendieron a Riesgo y estos, ahora, acusan a la multinacional estadounidense de prácticas contables "cuestionables" en los ejercicios 2017 y 2018. Mantienen que la valoración de las fábricas -13 millones- no es real.