Cuidar de la biodiversidad para proteger nuestra salud
SUEZ defiende una reconstrucción económica basada en planes ecológicos sostenibles
La naturaleza tiene un mensaje para nosotros y cada vez es más urgente que le prestemos atención: la salud de las personas depende de la salud del planeta. No obstante, la actividad humana, que es la causa principal de la pérdida de biodiversidad, ha reducido en un 30% la riqueza de hábitats terrestres y marinos, y el calentamiento global está agravando esta situación.
Los ecosistemas sanos, en los que hay una gran diversidad, favorecen un equilibrio entre las especies, evitando el predominio de una de ellas y dificultando la propagación de agentes patógenos como los virus. Sin embargo, alrededor de un millón de especies animales y vegetales, de las ocho millones que existen en el planeta, pueden desaparecer en los próximos 10 años, según la ONU, y España es el país de Europa donde esta amenaza es mayor.
Suez ha transformado las instalaciones del ciclo del agua en infraestructuras verdes, para que sirvan de apoyo al ecosistema en el que están ubicadas
Por ello, la edición de este año del Día Mundial del Medio Ambiente hace un llamamiento para que seamos conscientes de la correlación entre cambio climático, biodiversidad y salud. La actual pandemia, y los episodios climáticos extremos que hemos vivido recientemente, son claros ejemplos de que es el momento de actuar.
Salida de la crisis
El agua, elemento esencial e indispensable para la vida, es fundamental en este propósito. El Grupo SUEZ ha firmado –junto con más de 150 grupos empresariales– una declaración conjunta dirigida a Gobiernos y líderes políticos de todo el mundo solicitando que la salida de la crisis se lleve a cabo a través de planes ecológicos sostenibles, relanzando una economía sin carbono y limitando el calentamiento global del planeta en un máximo de 1,5ºC en el año 2030.
Asimismo, el compromiso de SUEZ España con la biodiversidad queda patente en “2019 en un zoom”, su Informe de Desarrollo Sostenible (IDS) correspondiente a 2019. El grupo realizó el año pasado 60 diagnósticos de biodiversidad, 45 de ellos en instalaciones ubicadas en espacios protegidos, y estableció 17 planes de acción en plantas de tratamiento de agua.
En Palau Saverdera (Girona), por ejemplo, SUEZ convirtió la zona en la que se encuentra la planta depuradora en un refugio para la reproducción de anfibios amenazados como el sapo de espuelas o el tritón verde. En las lagunas de Cabezo Beaza (Cartagena), que almacenan agua regenerada de una planta de tratamiento, se ha conseguido acoger a 30 especies de aves acuáticas –14 de ellas incluidas en catálogos de conservación– y repoblar un peculiar pato buceador. Y en las depuradoras de Olot y Sant Joan de les Fonts, en la comarca gerundense de La Garrotxa, se han creado dos jardines de mariposas y un hábitat de herbazal.
Infraestructuras y ciudades verdes
El grupo ha transformado las instalaciones del ciclo del agua en infraestructuras verdes, para que sirvan de apoyo al ecosistema en el que están ubicadas. La eliminación del uso de fitosanitarios (actualmente el 58,6% de sus instalaciones ya están libres de estos productos químicos) y el control de especies exóticas invasoras forman parte también de su plan de acción.
Para el control de especies foráneas que colonizan los ecosistemas, se ha desarrollado el programa BiObserva STOP-invasoras que ofrece, a través de una plataforma web y una app, la información necesaria para que el personal de las instalaciones pueda identificar especies, reportar observaciones y ejecutar planes de control.
Unos 270 empleados también colaboran en el seguimiento de aves que viven junto a las plantas de tratamiento, a través del programa BiObserva Voluntariado, implantado en 95 instalaciones. Los avistamientos de avifauna en los centros de trabajo son registrados en una aplicación móvil y en plataformas web de acceso público. Las cerca de 60.000 observaciones realizadas han sido utilizadas internamente por el grupo para realizar planes de acción específicos y puestas a disposición de los científicos en la plataforma mundial de información de biodiversidad (GBIF, por sus siglas en inglés), patrocinada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y gestionado a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). SUEZ en España es la entidad privada que más registros aporta.
Espacios naturales vulnerables
De la misma manera, por un lado, SUEZ España incrementa las áreas verdes en los centros urbanos para mejorar sus condiciones y hacer las ciudades más resilientes al cambio climático. El parque de La Marjal en Alicante, por ejemplo, constituye una infraestructura verde urbana de referencia en España. Capaz de recoger 45 millones de litros de aguas pluviales, cumple también una función social, al ser un espacio municipal para usos de la ciudadanía, y ambiental, como pulmón verde que actúa además como refugio de especies de vegetación y avifauna de la zona.
Por el otro, actúa también en espacios naturales vulnerables de alto interés ecológico para mejorar su biodiversidad. Es el caso de los humedales del Delta del Ebro, depuradoras naturales del agua procedente del cultivo del arroz.