Madrid, la segunda ciudad del mundo con más potencial para la inversión inmobiliaria de lujo
Los precios en Madrid y Barcelona caerán hasta un 10% por la crisis del coronavirus
Los efectos de la crisis económica y sanitaria del coronavirus no serán simétricos para todos los sectores. Según las estimaciones del grupo inmobiliario internacional de lujo Barnes, pese a los efectos de la pandemia, Madrid es a día de hoy la segunda ciudad del mundo con más oportunidades de proyección y potencial para los inversores inmobiliarios centrados en el nicho del alto standing, solo por detrás de Londres. La capital de España se sitúa, de esta manera, por delante de otras grandes localidades con peso en el sector, como Lisboa, Génova, Budapest o Moscú. Además, Madrid ocupa la décima posición en el Barnes Cities Index, ranking que destaca las 50 ciudades del mundo con un mayor interés para los compradores e inversores inmobiliarios de este segmento.
Según los datos recabados por la inmobiliaria, que presentó este lunes el estudio anual Barnes Global Property Handbook, las viviendas de lujo sufrirán un golpe menor que el resto de inmuebles del mercado residencial, que según diversas estimaciones preliminares se devaluarán, a nivel general en España, algo más de un 10%, un ritmo parejo a la caída del PIB a consecuencia de la pandemia.
Por un lado se analizan las viviendas de alto standing de Madrid y Barcelona, generalmente primera residencia o con algún fin profesional, más allá del ocio. Las que estuviesen en cierta forma sobretasadas antes de la crisis, según los pronósticos de Barnes, verán caer su precio entre un 5% y un 10%. Por su parte, en los mercados más internacionales y generalmente destinados a segunda residencia, como el de la Costa del Sol o la Costa Brava, las caídas podrían llegar al 20%. Los inmuebles que entran en el denominado como superlujo, que Barnes cataloga a partir de los 5 millones de euros, no sufrirán, sin embargo, ningún tipo de devaluación.
La inmobiliaria establece sus pronósticos en base a elementos tanto financieros como emocionales en función de indicadores clave para la inversión en cada una de las ciudades. Así, además del contexto económico, político y sociocultural de la zona también se tienen en cuenta aspectos como la accesibilidad y el transporte, la oferta y calidad de la educación, el sistema y carga fiscal, la seguridad o el nivel de bienestar, entre otros puntos.
Barnes reconoce en su informe que “el interés en bienes inmuebles de lujo por parte de compradores potenciales” hacen de este un sector que “parece ser uno de los pocos ganadores de esta crisis”. Han cambiado algunos criterios en la búsqueda, ya que ahora los compradores quieren viviendas con más metros cuadrados, jardines y terrazas, pero por lo general el ritmo de los clientes ya se ha recuperado y está en los mismos niveles previos a la crisis sanitaria. El presidente del grupo, Thibault de Saint-Vincent, es “optimista” en cuanto a la recuperación del mercado español hacia la segunda parte del año y la recuperación paulatina de los precios en lo que queda de 2020.
Mercado extranjero
El mercado residencial de lujo, tanto en primera vivienda como en segunda, tercera o cuarta residencia, es un valor refugio para muchos inversores. El único problema derivado del coronavirus, más allá del parón de los dos últimos meses –y ya casi recuperado–, es la reducción de la movilidad internacional. De hecho, tal y como explica Emmanuel Virgoulay, socio de Barnes Barcelona, la reapertura de fronteras es vital para la reactivación de las operaciones inmobiliarias en Barcelona, Costa Brava y toda la zona del Mediterráneo, incluyendo Baleares y la Costa del Sol, un área en el que el 90% de las transacciones recaen en extranjeros. El primer lugar lo ocupan los compradores de Reino Unido, seguido de Francia, Alemania, Bélgica, Italia, Suiza, Rusia y los países escandinavos.