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El motor teme la pérdida de miles de empleos por la deslocalización de plantas

Las fábricas de coches en España dan trabajo a casi 60.000 personas y el Covid-19 ha avivado el debate de la repatriación productiva

Empleados motor
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El Covid-19 ha dado un vuelco al sector de la automoción y lo está enfrentando a uno de los mayores retos, si no el mayor, de toda su historia. Los fabricantes de coches consiguieron sobreponerse con mucho esfuerzo a la crisis económica de 2008, pero la pandemia ha provocado algo que hasta ahora no se había vivido, como es el cierre temporal de plantas y concesionarios en todo el mundo.

En este contexto, y con un 2020 que ya empezó cargado de incertidumbre para el sector antes de que estallase la pandemia por una caída generalizada de la demanda y la entrada en vigor de una estricta normativa de emisiones en Europa, parece que lo peor aún está por llegar.

La voz de alarma en España saltó el jueves pasado tras asegurar el diario japonés Nikkei que Nissan está planeando desmantelar su planta de la Zona Franca de Barcelona, que opera por debajo del 30% de su capacidad de producción desde hace tiempo y que parece que ya no le sale rentable mantener, quedando en peligro más de 3.000 puestos de trabajo directos y 20.000 indirectos.

La compañía nipona está elaborando un plan de reestructuración para ahorrar 2.600 millones de euros al año en costes fijos y todo apunta a que la factoría catalana será parte de él, pese a que la firma nipona se comprometió a invertir 70 millones de euros en construir una nueva planta de pintura.

Por su parte, la empresa asegura que todo son “conjeturas” y que dará cuenta de su estrategia a corto y medio plazo el 28 de mayo aprovechando la presentación de resultados correspondientes al ejercicio fiscal 2019/2020.

Muchos se están aferrando a la llegada de Luca de Meo a Renault. Es conocido de sobra el afecto que el directivo guarda por Barcelona tras su paso por Seat y este podría hacer presión en el seno de la alianza franconipona junto con José Vicente de los Mozos, vicepresidente de fabricación y logística del grupo francés y presidente de Renault España y la patronal Anfac.

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Renault, PSA y Ford

Los fabricantes de coches mantienen una red productiva muy deslocalizada de sus países de origen y el coronavirus ha planteado el debate de la repatriación. Suena improbable que las automovilísticas comiencen a abandonar ciertos países para concentrar su fabricación en un mismo lugar, tanto por falta de capacidad como por problemas logísticos. Sin embargo, países como Francia ya han dicho que supeditarán las ayudas estatales a la vuelta al país de la actividad productiva.

En España operan Renault y PSA y entre ambas suman 23.600 empleados solo contando los que están ligados directamente al área de producción. El Financial Times informó el viernes pasado de que la firma del rombo está analizando trasladar la fabricación de los modelos Captur y Kadjar, que se ensamblan en Valladolid y Palencia, respectivamente, al Reino Unido. El propio De los Mozos anunció el pasado verano un cuarto plan industrial de Renault para España, donde factura unos 10.500 millones de euros al año.

Ford Europa anunció a principios de año una inversión de 42 millones de euros en Almussafes para la producción, desde 2021, de las versiones híbridas y enchufables de los modelos Kuga y Mondeo, así como las variantes eléctricas del S-Max y del Galaxy.

Sin embargo, desde que la firma estadounidense anunciara su plan de reducción de costes en Europa para fortalecer su posición y volver a la rentabilidad, la incertidumbre pesa sobre la planta valenciana, con casi 7.000 empleados.

En 2019, recibió la mala noticia de que dejará de fabricar los motores Ecoboost de 2.0 y 2.3 litros. La nueva generación de estos se producirá en Norteamérica a partir de 2022. De momento, la compañía no ha planteado ninguna alternativa para suplir dicha falta y ahora está negociando un ERE de extinción para 350 personas por una bajada de la producción que presentó antes de que estallase la crisis sanitaria.

Son casi 60.000 los empleos que dependen directamente en España de las plantas de producción de vehículos.

Pospuesto el encuentro entre Industria y el automóvil

Plan estratégico. Las patronales Anfac (fabricantes), Faconauto (concesionarios), Ganvam (distribución) y Sernauto (proveedores) tenían previsto reunirse hoy con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, para seguir hilando el plan de impulso a la demanda que necesita el sector. Sin embargo, el encuentro ha sido pospuesto sin fecha, según han confirmado a Cinco Días fuentes del sector. Las patronales reclaman 400 millones de euros para relanzar las ventas y el Gobierno ha asegurado que pondrá en marcha medidas de estímulo a corto y medio plazo, aunque sin detallar ni cuándo ni cómo.

Bajada de la producción. La producción española de ve­hícu­los caerá alrededor de un 25% este año en comparación con 2019 por el impacto del coronavirus. Según estimaciones de Anfac, se perderán unos 700.000 coches en total frente al año pasado, cuando se ensamblaron 2,82 millones de unidades, Dichas cifras colocan la situación en el mismo entorno de fabricación de los “peores años” de la crisis económica.

10% del PIB. El motor supone el 10% del PIB de España y el 9% del empleo. Las patronales defienden que la salida de la crisis no es posible sin la recuperación de la automoción y por eso urgen la puesta en marcha de medidas excepcionales.

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