Pallete reorganiza las telecos en Europa con su golpe en el Reino Unido
Su visión es que cuando se cierran ventanas se puede lograr que se abran puertas. Y de ahí llega la fusión más relevante de la compañía en muchos años
Dos de diciembre, los principales ejecutivos de las 20 mayores operadoras de Europa le solicitan a Ursula von der Leyen nuevas reglas de juego para el sector. Esencialmente, demandan que la Unión se plantee la consolidación del sector. El futuro tecnológico requiere de más infraestructuras nacionales y transnacionales y el coste que ello va a implicar colisiona directamente con el minifundismo europeo. El mercado de Estados Unidos se lo reparten 4 operadoras ¿China?, 3. ¿Europa?, 450.
A partir de aquí, lo obvio. Las empresas de telecomunicaciones europeas, como las tecnológicas, se desploman en Bolsa mientras que las norteamericanas y las asiáticas conocen nuevos máximos. Este es el marco y el mismo te lleva a un único camino, incrementar el número de usuarios y, a partir de ahí, a través de venta cruzada, mejorar los ARPU (average revenue per user) y los ARPC (average revenue per consumer).
Más usuarios (individuos), más consumidores (familias o empresas) y productos con mayor valor añadido, como internet de las cosas o inteligencia artificial y, por supuesto, contenidos de entretenimiento; lo que a su vez implica nuevas infraestructuras, 5G; las que a su vez implican más usuarios y consumidores, esta es la rueda y las telecos no son más que un hámster en permanente movimiento. Párate y la inercia te expulsará y, lo que es peor, no te dejará volver al eterno caminar. En España un presidente lo tenía claro hace años y sigue teniéndolo. Por eso José María Álvarez-Pallete refuerza sus posiciones y enfoca su empresa, como hizo en noviembre pasado al lanzar los cinco pilares del plan estratégico de Telefónica.
Llevamos demasiado tiempo analizando Telefónica como un problema de deuda, como si su estructura de costes fuese lo único variable, olvidándonos de los ingresos por consumidor y de los productos que maximizarán esos ingresos. Parece que nos empeñamos en observarla con los mismos ojos que estudiamos a una entidad financiera con déficit de capital regulatorio en un mercado maduro. Mal. Exigiéndole adelgazar más y más, lo cual no está mal siempre y cuando los árboles no nos impidan ver el bosque y, con ello, caer en determinados errores. Aquí todo es diferente y, dentro de esa diferencia, Pallete, el hombre tranquilo de larga mirada, ha jugado sus cartas con suma maestría. O, mejor dicho, simplemente ha sabido jugar sus cartas, otros todavía no se han sentado a la mesa. Mientras avanzaba en el contenido de la solicitud que muchos enviarían a Von der Leyen, firmaba un acuerdo de confidencialidad con Mike Fries, el CEO de Liberty, y con John C. Malone, el Soros de la televisión por cable americana. No está mal para un español sencillo, como se le aprecia en su cuenta de Twitter.
¿América Latina?, debió pensar Pallete. ¿Por qué no reforzar? Sencillo. Presencia ya razonable, exceso de competencia y marco regulatorio. Todo ello adobado con unas monedas a la baja. El precio del petróleo es una de las variables fundamentales del tipo de cambio de las naciones más importantes de América. Hasta 2014, con el barril rondando los cien dólares, el cambio a euro era beneficioso para Madrid. Sirva solo recordar que el peso colombiano estuvo a 2.400, hoy vive holgadamente en los 4.000 pesos. ¿Qué decir de Ecuador, Argentina o Venezuela? Sin comentarios.
La apuesta, mercados grandes, bien regulados y con una competencia dura pero sana. Su visión: cuando se cierran ventanas, se puede lograr que se abran puertas. Y allí llegó la fusión más importante de las telecos en no pocos años. No solo era necesaria por la propia dinámica de este tipo de compañías, sino que se produce en un mercado donde el segmento de tarifas integradas vivía en un monopolio, de facto, ostentado por BT. Su incorporación a ese segmento golpea directamente a sus rivales en fijo y en móvil, Vodafone y Hutchison, Sky y TalkTalk. Previsiblemente, las tarifas combinadas que planteará la nueva O2 reducirán los ingresos medios por usuario, un camino que, por lógica monopolística, apenas ha recorrido el, hasta ahora, dominador.
Esta reducción de ingresos, por la misma lógica, incrementará el número de usuarios de la compañía española y, con ello, sus beneficios. Telefónica lo anunció en su plan estratégico. Este es el que podría ser su primer movimiento y, a mi juicio, más que acertado, bien visto por necesario. Golpe en el Reino Unido, pero también en Europa y en España. ¿Y lo siguiente? Estemos atentos a la respuesta de Ursula von der Leyen a la carta de diciembre. Su respuesta marcará el futuro del sector.
Venancio Salcines es Presidente de EF Business School y director general de Cesuga