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Canarias

El sector del automóvil de las islas pide el oxígeno de un plan de renovación

La salida de la crisis va a depender en gran medida de la apertura de los aeropuertos dada la enorme dependencia del sector en las islas de los rent a car

Manuel Sánchez, preidente de Aconauto Canarias
Manuel Sánchez, preidente de Aconauto Canarias

La venta de automóviles en Canarias ha tocado fondo. La crisis del coronavirus ha afectado por completo a este sector, que ha registrado el peor abril de su historia. Con solo 82 unidades de turismos y todoterrenos matriculados frente a las 3.800 del mismo mes del año anterior, la caída se sitúa en el 97,8 %, según los datos recogidos por Aconauto. ¿Soluciones a la vista? Las patronales del sector en las islas solicitan la prolongación de los ERTES más allá del periodo de alarma o que se ponga en marcha de un plan de renovación que estimule la demanda.

“Es un momento histórico, difícil y dramático, la primera vez que nuestro sector registra un cero productivo total”, se lamenta Manuel Sánchez, presidente de Aconauto, la patronal de concesionaros de automoción de Canarias. Recuerda que la bajada registrada en abril se suma a la de marzo, cuando se produjo la declaración del estado de alarma, con lo que “la caída acumulada desde enero ronda el 40% respecto a 2019, y a final de año podría ser de hasta el 50% y siempre que se recupere la actividad en mayo”, añade.

Sánchez reconoce que las empresas que representa no están preparadas para subsistir sin flujo de caja que sea capaz de sustentar sus “pesadas” estructuras. Para garantizar la supervivencia del sector, con cinco de cada seis empleados hoy en ERTE (5.000 de sus 6.000 trabajadores en el archipiélago), solicita la prolongación de esta situación más allá del estado de alarma. “Como patronal de concesionarios, deseamos que no se produzca la pérdida de ningún empleo, pero si nos dejan fuera de los ERTE corren mucho peligro los empleos del sector del automóvil, y en especial los 20.000 empleos indirectos de talleres, empresas de servicio o de recambios”, apunta.

Para el presidente de Aconauto, la salida de la crisis va a depender en gran medida de la apertura de los aeropuertos dada la enorme dependencia del sector en las islas de los rent a car, que en abril sufrió un desplome sin precedentes: solo dos unidades vendidas cuando por lo general representa una cuarta parte del total de matriculaciones. Pero también de otros factores.

Además de confiar en que los bancos sigan aportando la financiación bancaria a las familias para adquirir un vehículo, pide que los gobiernos regional y central aprueben un paquete de ayudas específico, más que necesarias en Canarias por la antigüedad de su parque móvil. Y muestra su deseo de que la economía “arranque” cuanto antes, porque si no, matiza, “de nada sirven esos incentivos”.

La otra patronal de las islas es Fredica. Y el análisis de su presidente, Rafael Pombriego, refleja del mismo modo la cruda realidad del sector: “Si las cosas no se enderezan, acabaremos el año como el peor desde la crisis financiera, 2012. Es año matriculamos unas 32.000 unidades, cuando lo habitual eran unas 80.000”. Pombriego admite que los próximos meses van a ser “complicados” al no tratarse la compra de un coche una prioridad para los particulares ni para las empresas, y que hasta que el mercado de rent a car no mejore, “lo vamos a tener muy difícil”. Por ello, también reclama un plan de renovación que se ponga en marcha los primeros meses tras el estado de alarma, plan que recuerda que ya se presentó antes de esta crisis pero que —especifica— ahora adquiere aún más sentido. Solicita asimismo que no se suba la imposición indirecta al sector, “que tras la crisis de 2008 se incrementó dos puntos, a lo que hay que sumar el medio punto de más de este año”.

Entre sus reivindicaciones también se encuentra que se les permita acogerse al aplazamiento de los impuestos y seguros sociales, que, por el volumen de negocio, unos 100 millones de euros de media por concesionario, además de por un número de empleados superior al de las pymes, les impide favorecerse de esta medida aprobada por el Gobierno central para minimizar los efectos de la crisis del coronavirus entre autónomos y empresas.

Considera que el reingreso paulatino de los trabajadores tras el fin del estado de alarma es clave para la recuperación, “porque si tenemos que reincorporar a toda la plantilla a la vez y hacer frente a todas las nóminas, las empresas no lo van a poder soportar”, advierte Pombriego, quien va más allá. “Si las cosas no se hacen bien, los ERTES se van a convertir en ERES, y los efectos para las empresas van a ser terroríficos”.

El automóvil, en cifras

Ingresos. El sector de la venta de automóviles en Canarias generó casi 1.900 millones de euros de ingresos en 2018. La previsión para este año, rota por la crisis del coronavirus, era de unos 1.700 millones de euros, que según las estimaciones de las patronales podrían verse reducidos a la mitad.

Beneficios. Los concesionarios de vehículos obtienen un margen de beneficios que ronda entre el 1,5 y el 2 % de los ingresos.

Impuestos y tasas. El sector genera en las islas cerca de 300 millones de euros ingresos anuales para las arcas públicas. Desde los 23 millones de euros por impuestos de matriculación a los 47 del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, los 160 de IGIC o los 30 millones por las tasas a favor de la Dirección General de Tráfico.

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