La emisión de bonos sociales se dispara un 250% para combatir la pandemia en todo el planeta
Este año se han emitido 42.751millones en bonos de este tipo
La crisis sanitaria que sufre el planeta se ha convertido en el caldo de cultivo perfecto para la financiación sostenible. Junto a los bonos verdes, los sociales son un poderoso escudo ante el Covid-19. Aunque ambos tipos se engloban dentro de la financiación sostenible, la gran diferencia entre unos y otros es que los bonos verdes van destinados a financiar proyectos relacionados con la protección medioambiental y los sociales buscan financiación de proyectos que buscan mitigar un problema social específico.
Entre el 1 de enero y el 21 de abril se han colocado 42.751 millones en este tipo de deuda, un 251,1% más que la emitida en el mismo periodo de 2019, según Thomson Reuters.
Al auge de la inversión sostenible (con criterios ESG, en la jerga) se han sumado los problemas derivados del Gran Confinamiento, lo que ha hecho de los bonos sociales un producto estrella en los últimos tiempos al que se han incorporado instituciones públicas y empresas. La última de ellas ha sido la Comunidad de Madrid que la semana pasada colocó una emisión pilotada por BBVA de 52 millones de euros en bonos sociales sanitarios para afrontar la crisis del coronavirus adquiridos por Mapfre. La región era hasta el momento una de las más activas en la colocación de bonos sostenibles.
Una semana antes el Instituto de Crédito Oficial (ICO) modificó su reglas de emisión de bonos socialmente responsables para sentar las bases y proceder a la emisión de bonos sociales con los que poder hacer frente a los problemas generados por el virus. Justo después de que su homólogo italiano, el CDEP, vendiera 1.000 millones de euros a tres y siete años. Participaron en la emisión Banca IMI, BNP Paribas, Morgan Stanley, Monte dei Paschi, Santander, Société Générale y UniCredit.
Ángel Tejada, responsable de bonos verdes y sostenibles de BBVA, sostiene que este tipo de deuda “va a tener un papel muy destacado en la lucha contra la crisis”. “Ya los están empleando entidades públicas como el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Africano para el Desarrollo, el Banco Nórdico de Inversiones, el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa o la Comunidad Flamenca de Bélgica”, añade. También han salido recienmente Cassa Depositi e Prestiti y BPI France. Los expertos coinciden en que este tipo de operaciones son idóneas para hacer frente a los efectos de la pandemia.
Destino
El dinero captado puede ir destinado a la financiación de infraestructuras básicas, a la investigación y desarrollo, al sector sanitario y, como señala Tejada, “a todas aquellas áreas del tejido industrial que necesitarán inversiones para su reactivación en términos de producción y conservación de empleo”.
Como demuestran las operaciones realizadas en los últimos meses, todo tipo de emisores pueden recurrir a los bonos sociales relacionados con el Covid-19, sin necesidad de que previamente hayan realizado operaciones de este tipo antes. Eso sí, deben cumplir los cuatro principios de la financiación sostenible establecidos por la Asociación del Mercado de Capitales (ICMA por sus siglas en inglés). Principios que se aplican tanto a los bonos verdes como a los sociales.
Tejada defiende que “los bonos sociales tendrán una relevancia sustancial en el futuro inmediato, y posiblemente veremos incluso como van ganando peso frente a los bonos verdes”. El experto señala que mientras el año pasado en el importe total de bonos sostenibles, los títulos verdes representaron el 78% y los sociales el 22%.
En la actualidad, estos últimos suponen ya el 50% de la financiación sostenible, porcentaje que podría subir en los próximos meses como consecuencia del Covid-19 (véase gráfico).
Las últimas colocaciones ejecutadas en Europa
Principales emisiones. Además de la efectuada la semana pasada por la Comunidad de Madrid, en Europa las principales emisiones de este tipo son las realizadas por el banco italiano Cassa Depositi e Prestiti que vendió 1.000 millones en bonos a tres y siete años y los 1.500 millones que colocó BPI France en deuda a siete años. A estas operaciones se suman los 1.000 millones con vencimiento en 2023 al -0,263% del Banco Nórdico de Inversiones destinados a aliviar los impactos sociales y económicos de la pandemia. Entre los bancos más activos en estas emisiones están BBVA, ING, BNP Paribas y también Santander.
500 millones en un bono verde. Después de la emisión social realizada la semana pasada, la Comunidad de Madrid ha dado mandato a BBVA, ING, Credit Agricole y Santander para colocar 500 millones en un bono verde a siete años. La operación se cerrará hoy. El precio con el que parte la emisión es de un diferencial de 28 puntos básicos sobre la referencia española al mismo plazo.
Principios bonos sostenibles. Tanto los verdes como los sociales deben cumplir cuatro principios: el dinero captado debe emplearse en proyectos y actividades que fomenten la sostenibilidad del medio ambiente y los beneficios sociales.; los inversores deben conocer los objetivos y el plan de actuación del emisor; estos bonos tienen que separarse del resto del capital de la empresa; el emisor está obligado a informar periódicamente del proyecto, en aspectos tales como los objetivos cumplidos.