ACS desafía al Covid-19 y lanza la venta de su filial de renovables en Latinoamérica
Los activos de Zero-E en la región suman más de 300 megavatios; Société Générale lidera la operación, que ha atraído a empresas y fondos
ACS sigue su hoja de ruta al pie de la letra, pese al Gran Confinamiento. La constructora ha lanzado la venta de sus activos renovables –englobados en su filial Zero-E– en Latinoamérica, tras haber anunciado un acuerdo con Galp en enero para traspasar su negocio fotovoltaico en España. Société Générale vuelve a ser el banco elegido por Florentino Pérez para pilotar la operación, según indican fuentes financieras.
La peste del Covid-19 dañará todas las actividades, pero la energía renovable tiene todas las papeletas para salir casi indemne. Las fusiones y adquisiciones se han frenado en seco con la eclosión del virus en todo el mundo, pero todas las fuentes consultadas indican que la energía renovable es el único sector que mantiene ocupados a fondos y bancos de inversión. Una oportunidad que ACS quiere exprimir para sacudir de su balance la parte de Zero-E que no pudo vender a inicios de año.
Lo cierto es que el apetito por las energías renovables no es algo nuevo de la pandemia, sino que es una de las líneas que ha marcado al mercado de fusiones y adquisiciones en los últimos meses. De hecho, ACS amagó hace un año con sacar a Bolsa Zero-E, como ya había hecho años atrás con otra firma de renovables, Saeta Yield, que ha acabado en manos de Brookfield.
Sin embargo, la complicada situación de los mercados le hicieron cejar en su empeño de colocar la compañía en Bolsa. Y optó por una venta privada, que encomendó al propio Société Générale y a Goldman Sachs, que se terminó quedando fuera del proceso.
ACS recibió muestras de interés de un largo grupo de inversores, tanto de fondos de private equity (Brookfield, Macquarie, KKR, EQT o CPPIB), como de grandes compañías energéticas, entre las que se encontraron BP, Royal Dutch Shell y la propia Galp. Sin embargo, las divergencias de precio terminaron por apear a algunos competidores. La compañía lusa adquirió finalmente activos por 2.900 megavatios, valorados en 2.300 millones, de los que ACS se embolsó 330 millones en plusvalías.
El plan de Florentino Pérez pasa ahora por avanzar en una venta troceada de esta cartera de proyectos renovables. La operación se cerrará antes de fin de año. Las fuentes consultadas señalan que el interés de los fondos de capital riesgo y de empresas petroleras se mantiene por todo lo alto.
Zero-E tiene en balance proyectos operativos por 224 megavatios en varios países del otro lado del Atlántico. México supone ahora 102 megavatios; Uruguay, la misma cantidad, y Perú, 20 megavatios. La compañía suma a esta cartera otros 90 megavatios en construcción en México, 445 kilómetros de líneas de transmisión en Brasil y plantas desalinizadoras en Chile con una capacidad de 86 metros cúbicos al día.
La mayor parte de la potencia de la empresa en Latinoamérica está en parques eólicos, pero también dispone de centrales hidroeléctricas, además de una cartera de proyectos ya identificados para su ejecución futura por más de 4.000 megavatios, según un documento de Zero-E. Estos desarrollos potenciales (greenfield) son el gran valor de la firma de ante las grandes petroleras.
El cierre de la operación con Galp está pendiente
ACS anunciaba en enero que había rubricado un acuerdo con la petrolera portuguesa Galp para desprenderse de sus activos fotovoltaicos en España. En esa misma comunicación, remitida a la CNMV, indicaba que esperaba cerrar la operación en el segundo semestre de 2020. Y esta sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones. “Para entonces, se prevé el pago de 450 millones de euros y la asunción de pasivos de 430 millones derivado del project finance de las instalaciones en funcionamiento”, según Galp. Además de la fotovoltaica española y los activos en Latinoamerica, Zero-E mantiene el 18% restante de sus activos, repartidos por Argelia, Reino Unido y Sudáfrica.