¿Se repetirá el impulso al motor del brote de SARS de 2003?
Los chinos evitaban el transporte público y compraban su primer vehículo propio
La experiencia china con los coronavirus alimenta las esperanzas de los fabricantes de automóviles. La venta de coches en el país recibió un impulso durante el brote de SARS de 2003: los viajeros evitaban el transporte público y compraban vehículos propios por primera vez. Esa misma psicología podría aplicarse pronto a los mercados con pocos coches en propiedad, y tal vez a otros también.
El fabricante indio Maruti Suzuki (que tiene un valor de 20.000 millones de dólares) ve posible un aumento de la demanda, por el miedo al contagio en el transporte público. Es una previsión optimista en un mercado cuyas ventas caían ya antes del brote, pero hay precedentes. Cerca de 2 millones de coches se vendieron en China en 2003, tres cuartos más que en 2002, según Bain & Co. Y el crecimiento anual pasó del 30% al 60-70%, según los analistas de UBS. Un aumento similar podría esperarse en los próximos meses en lugares como India, donde hay tan solo 20 coches por cada 1.000 personas.
Eso es menos probable en los mercados más desarrollados. En China, en estos 17 años la propiedad de coches ha subido de menos del 1% de las familias a más del 40%, según UBS. Y los compradores primerizos son solo un tercio del total. Los compradores de un segundo coche o uno de sustitución son más propensos a retrasar sus compras.
Aparte, las cuarentenas implican que hay menos lugares a donde ir, a diferencia de cuando el SARS. Y los recortes de sueldo y empleo pueden afectar más al poder adquisitivo. Eso es especialmente cierto en los mercados emergentes, con menos ayudas públicas a las rentas. La congestión urbana es también un creciente factor disuasorio para la compra de coches, más en la era de los VTC.
Aquellos que puedan permitirse una compra y no les importen los atascos, tendrán gangas para elegir. Es posible que los Gobiernos tengan que aplicar recortes fiscales a las matriculaciones de nuevos vehículos y otros incentivos para reactivar una industria que da vida a muchas pymes. Sería un impulso extra para hacer un cambio de ruedas.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías