El Corte Inglés presenta un ERTE con 26.000 trabajadores afectados
La empresa dice que garantiza el 100% del salario
El cierre obligado de más del 50% de su negocio comercial por el estado de alarma instalado en España ha llevado a El Corte Inglés, el principal empleador del país, a sumarse a la avalancha de ERTE en el sector de la distribución.
El grupo que preside Marta Álvarez comunicó este miércoles la decisión, que ha pospuesto hasta ajustar su operativa a la coyuntura actual y hasta definir en qué departamentos y a cuánta parte de su personal podía aplicarlo. Al final son un total de 25.900 trabajadores, de los cuales 22.000 son, en su gran mayoría, personal de tienda cuyas áreas de venta han tenido que ser cerradas por el estado de alarma. En realidad son todas salvo las de alimentación, productos de higiene personal, parafarmacia, estancos y prensa.
El ERTE entra en vigor con fecha del 14 de marzo, cuando fue publicado el real decreto del estado de alarma, y una duración inicial de 14 días. El Congreso de los Diputados aprobó este miércoles la prórroga de esta medida excepcional, y con ella el ERTE de El Corte Inglés, como indicó el grupo.
Este adoptó la medida “por causa de fuerza mayor y con el objetivo de mantener el empleo”, según comunicó. El Corte Inglés pagará íntegra la nómina de marzo, y se compromete a complementar las prestaciones por desempleo hasta cubrir el 100% del salario en lo que dure esta situación, con la garantía de mantener los puestos de trabajo suspendidos de manera temporal.
Quienes estén afectados por el ERTE recibirán un correo electrónico de El Corte Inglés para informarles de la situación, y otro cuando el Ministerio de Trabajo dé el visto bueno al ERTE.
Se trata de una medida histórica para el gran grupo de la distribución en España, que ni siquiera durante la crisis formalizó un ERE para reducir de manera drástica sus costes laborales. Desde los cuatro sindicatos más representativos en la empresa, Fasga, Fetico, CC OO y UGT, se valoró “muy positivamente” tanto el complemento a la prestación como el aseguramiento del empleo.
El ERTE afecta a tres de las empresa que forman parte del grupo. Por un lado a El Corte Inglés SA, donde descansa el grueso de la actividad comercial. En este caso son 22.000 empleados afectados, un tercio de la plantilla que tiene esta sociedad.
Fuentes sindicales señalaron a este periódico que los afectados potenciales, dado el parón del negocio, llegaban hasta los 33.000. Sin embargo, el grupo también ha tenido que reforzar las áreas que están abiertas, sobre todo las de alimentación, con una gran actividad en las últimas dos semanas, y guardarse un retén para posibles refuerzos añadidos, reduciendo así la cifra a 22.000. Desde que se decretara el estado de alarma, los espacios de alimentación, establecimientos de Supercor y áreas de Hipercor han estado en funcionamiento, alrededor de 300 establecimientos en total. El resto de la actividad comercial de la compañía ha estado paralizada.
A esos 22.000 hay que sumar otros 2.000 más de Sfera, la cadena de tiendas de ropa, mientras que se añaden otros 1.900 de Viajes El Corte Inglés. En este caso se trata de profesionales que trabajan en las oficinas a pie de calle o en las ubicadas dentro de los centros comerciales del grupo, es decir, la parte dedicada al negocio vacacional, y la suspensión aplicará desde el 26 de marzo.
Tanto en los trabajadores de El Corte Inglés como de Sfera y de Viajes la empresa se compromete “a garantizar que los trabajadores afectados puedan cobrar la totalidad de su salario, ya que la empresa complementará las prestaciones que reciban del Estado”.
En conjunto, se trata de casi el 29% de la plantilla que compone la totalidad de los negocios de El Corte Inglés. La compañía ha volcado sus esfuerzos en las últimas semanas no solo en adaptar su negocio a la situación, que mermará sus niveles de rentabilidad de forma directa, sino también en iniciativas relacionadas con la crisis del Covid-19, como una app para pagar con la tarjeta de compra a través del móvil, la apertura de un servicio de compra para el personal sanitario o la toma de medidas para priorizar las compras de personas mayores.