La Reserva Federal hace aquello para lo que está hecha
El riesgo moral es, por ahora, el problema de mañana
La Reserva Federal de Estados Unidos está haciendo lo menos que puede, que es todo lo que puede. El banco central de EE UU ofreció el lunes comprar valores del Tesoro e hipotecarios ilimitados, y respaldar el crédito corporativo y de consumo. Eso no aborda completamente la amenaza económica o personal del Covid-19, pero eso ya no es trabajo de la Reserva Federal. Combatir la deflación y el desempleo sí lo es. El riesgo moral que creará eso es, por ahora, el problema de mañana.
El megapaquete del lunes equivale a una política monetaria flexible ultramoderna. Incluye la promesa de la Fed de respaldar todo, desde la deuda de tarjetas de crédito y préstamos para automóviles hasta bonos corporativos. Incluso si no es la respuesta más enérgica o rápida de un banco central -el Banco Central Europeo ya estaba comprando bonos corporativos- es ciertamente la más grande. Los futuros del índice S&P 500 subieron en las primeras horas, aunque el índice caía más del 2,5%. El dólar se debilitó.
Habrá consecuencias por la expansión del balance de la Reserva Federal de una manera tan enérgica, pero el presidente, Jay Powell, también tiene pocas opciones. James Bullard, el presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, ha dicho que la tasa de desempleo puede llegar al 30% en el segundo trimestre. Eso es lo más alto a lo que llegó en la Gran Depresión. Y el Producto Interior Bruto podría caer un 50% en ese mismo trimestre, dice, lo que pondría una severa presión deflacionaria sobre los precios.
Es para contrarrestar esto para lo que se hizo la Reserva Federal. La institución se creó después de una serie de pánicos de mercado y bancarios y depresiones que culminaron en el pánico de 1907, después de lo cual se decidió que tener una institución nacional a cargo de mantener la estabilidad financiera era obviamente preferible a depender de cualquier individuo privado.
Los objetivos de la Reserva Federal son mantener estables los precios y el empleo. El cierre de grandes porciones de la economía amenaza a ambos.
La flexibilización monetaria tiene críticos. Y el drástico movimiento de la Reserva Federal da un inmerecido respiro a un discutidor Senado, que no aprobó las medidas de estímulo el domingo. Si los mercados se hubieran colapsado, podrían haber puesto a los políticos contra las cuerdas. Pero eso es una conjetura; la única certeza es que la economía se enfrenta a la mayor amenaza que se recuerda. La Reserva Federal ha hecho aquello para lo que está hecha.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías