Lagarde rescata la deuda de España y el bono baja del 1%
El bono español recorta su tipo en 33 puntos, el italiano en 54 y el griego en 140
La masiva intervención de emergencia anunciada ayer por el BCE ha tenido impacto en el mercado de deuda. Según los primeros cambios en la sesión del jueves, el tipo de interés del bono español ha llegado a bajar 45 puntos básicos, suficientes para perder. Aún más violentos han sido, a primera hora, los movimientos en Italia, con un descenso en la apertura de hasta 100 puntos. A media sesión recorta el tipo en 54 puntos.
Las primas de riesgo están, lógicamente, bajando, si bien menos que los propios bonos porque la deuda alemana también recorta su rendimiento, en nueve puntos básicos, hasta el -0,33%. La prima de riesgo de España, aun así, baja de los 100 puntos por primera vez en una semana. La italiana ronda los 190. Es llamativa la caída del interés en los bonos de Francia, 25 puntos básicos hasta el 0,085%, mientras la deuda de Portugal se comporta en paralelo a la española (-44 puntos, al 0,997%).
Sin embargo, la deuda de estos países se ha tensionado algo más según avanzaba la mañana. A media sesión las ganancias en la deuda española se limitaban a los 30 puntos básicos, hasta el 0,8%. El rendimiento de la italiana se queda en el 1,8% y el de la griega se sitúa en el 2,25%.
El BCE ha anunciado un programa de 750.000 millones de euros de compra de bonos, tanto públicos como corporativos y de entidades financieras hasta final de año. Casi más relevante que la cantidad es la flexibilidad que se ha dado el banco para realizar estas compras, no constreñidas por el peso económico de cada país.
Ahora no. El BCE podrá comprar a discreción, solo limitado por criterios de calidad crediticia. Podrá comprar deuda griega, y proteger la deuda italiana con compras ilimitadas. Eso explica la violencia del movimiento en los tipos de interés. El bono de Grecia, de hecho, ha llegado a rebajar su rentabilidad en 170 puntos hasta perder el 2%. A media sesión se queda en el 2,25%.
No obstante, la decisión de la entidad no ha estado exenta de problemas. Según publica Reuters, Lagarde decidió lanzar su bazuka de compras por encima de los recelos de los gobernadores del Bundesbank y de su homólogo en Países Bajos. La parte del comunicado que más rechinaba para los halcones era esa referencia a que el BCE tomará medidas "sin límites" para contener los efectos de la pandemia en la Zona Euro.
"El BCE no tolerará ningún riesgo para la buena transmisión de su política monetaria en todas las jurisdicciones de la zona del euro", sentencia el BCE en un comunicado destinado a terminar con las dudas que despertó la propia Christine Lagarde la semana pasada en la reunión ordinaria del BCE del 12 de marzo.
En aquel encuentro, ante un mercado ya devastado por el virus, Lagarde dijo que no es labor del BCE controlar los diferenciales de deuda. El bono italiano, que estaba en el entorno del 1,2%, escaló ayer hasta el 2,9%. El español, del 0,27% al 1,36%. Movimientos que han añadido un factor de riesgo de primer orden a una situación financiera explosiva en todo el planeta.
Hoy, además, el Tesoro ha celebrado subasta de deuda a largo plazo. Ha conseguido colocar el máximo previsto, 5.000 millones de euros a tres, siete, 10 y 13 años. Los tipos de interés han sido más elevados que en la última colocación, dado que los tipos han subido también en el mercado secundario. Con el paraguas del BCE, la demanda ha duplicado la oferta en todos los plazos.