China y Corea del Sur aprenden de la experiencia nuclear española
En dos meses el gigante asiático ha adquirido cuatro firmas El principal atractivo, el ‘know how’ acumulado en décadas
No es nuevo, pero se intensifica. El interés hacia el sector nuclear español de China y, en menor medida, de Corea del Sur, dos de los países más representativos en lo que a desarrollo de esta industria se refiere, recibió entre diciembre y enero un gran acelerón, con la compra de cuatro empresas de ingeniería por la mayor compañía energética del gigante asiático.
Las peculiaridades del área nuclear de España explican su atractivo, así como el intento de los dos países de Extremo Oriente de avanzar en la implementación y exportación de su propia tecnología.
Los expertos auguran un largo y brillante periodo de relaciones entre España, China y Corea del Sur, bajo el paraguas de una energía que puede contribuir a evitar el cambio climático, para unos, pero que acarrea un serio problema de tratamiento de residuos, para otros.
Empresarios Agrupados, EA Servicios de Explotación Nucleares GNIT y Ghesa Ingeniería y Tecnología fueron adquiridas a Técnicas Reunidas, Iberdrola y Naturgy por la empresa pública China Energy Engeneering Corporation, según confirmaron fuentes cercanas a la operación.
Otra compra sonada, esta vez por parte de China National Nuclear Corporation, fue en diciembre, la de la sevillana de servicios Nusim. Las características que mayormente despertaron su interés en esta última fueron “la experiencia en el tratamiento de residuos radiactivos y el desmantelamiento de instalaciones nucleares, el desarrollo de equipos y procesos dentro de los marcos reguladores en seguridad y calidad más exigentes a escala mundial, y su tamaño pequeño, con un precio de compra contenido”, resume Julio Revilla, consejero delegado de Chemtrol, matriz de Nusim.
La caída del negocio en España es un aliciente para comprar sus empresas
Factores a los que añade el difícil porvenir de la energía nuclear en España, lo que convierte a muchas empresas como Nusim, necesitadas de nuevos horizontes, en presas muy apetecibles por parte de un coloso en plena expansión como China.
Sus movimientos en este sector florecen en medio de una contradicción mundial. “Mientras la mayoría de países occidentales piensa en el cierre de sus centrales, otros, liderados por China, Rusia, Francia y Corea del Sur, mantienen una decidida apuesta por la energía nuclear”, explica Revilla, para quien esta puede remplazar eficazmente las centrales alimentadas con combustibles fósiles.
“España decidió hace muchos años no construir más centrales y ninguno de los Gobiernos posteriores se ha atrevido a cambiar este rumbo”, lamenta. De acuerdo con el calendario pactado entre el Ministerio de Transición Ecológica, las empresas energéticas propietarias y Enresa, todas las siete plantas restantes serán desmanteladas en 2035.
El foco se desplaza
España, sin embargo, emprendió la carrera nuclear en una época muy temprana, ya que la primera central –Zorita, en Guadalajara– se abrió en 1968. Ello permitió la edificación de un entramado industrial con mucha reputación en el extranjero.
“Tenemos desde fabricantes de combustible nuclear y grandes equipos pesados o componentes hasta empresas de servicios, y unas centrales que funcionan al 100% de potencia nueve de cada diez días, y que se caracterizan también por la falta de accidentes importantes”, subraya el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce. Por estas razones, a las que agrega el aliciente de la penetración de la industria nuclear española en otros países, asegura que el interés de China y Corea del Sur no le extraña, ni resulta novedoso.
Asia mantiene una apuesta fuerte hacia este tipo de energía y busca expandirse
Antonio Moreno, ingeniero principal de la empresa de servicios Idom, vaticina un incremento del interés de Asia en la actividad nuclear española, dado el crecimiento demográfico de países como China o India, con la consiguiente necesidad de suministrar energía a una población cada vez más amplia.
No por casualidad, en palabras de Araluce, “globalmente se están construyendo muchas más centrales de las que cierran por edad, pero el foco se ha desplazado desde los países occidentales hacia oriente”. Tanto es así que, de los 50 reactores que estaban en construcción en 2018, 28 se encontraban en Asia, de acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica.
Corea del Sur no quiere quedarse atrás y, en mayo, más de 40 firmas del sector nuclear de este país y de España participaron en encuentros empresariales en Santander, Toledo y Madrid, de los que han surgido “oportunidades de conocimiento de los mercados y posibles colaboraciones”, según Araluce.
Tanto Corea del Sur como China “quieren participar en el desmantelamiento de las centrales españolas, lo que les puede servir como aprendizaje para su propio programa”, destaca Revilla. Junto con Francia, su voluntad es también la de “expandir sus nuevos diseños de centrales nucleares a otros países, como Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos”, concluye.
Oportunidades para cooperar
Nuclearización. Uno de los factores que explican el interés de China y Corea del Sur hacia el sector nuclear español es que España es una potencia pequeña en este ámbito, según el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce. “Estos países recelan de países con una producción ingente”, destaca. Es el caso de Francia, cuya generación nuclear supone el 71% de toda la energía que produce, frente a apenas el 7% de España.
Exportación. China no se limita a construir centrales en su propio territorio (se estaban edificando 10 en 2018), sino que busca mercados extranjeros para su propia tecnología y empresas que, como las españolas, tengan un buen nivel de penetración en ellos.
Socios. Para Araluce, la colaboración con China y Corea del Sur continuará desplegándose en “la construcción, operativa, inspección y mantenimientos de centrales”. En su opinión, “el desmantelamiento constituye también un mercado tremendo”.