Las aerolíneas calculan que el cielo único europeo ahorraría un 10% de emisiones por vuelo
Aseguran que la ausencia de ese sistema obliga a realizar 50 kilómetros más en cada desplazamiento
"Somos la industria más castigada por el cambio climático". Alfredo Iglesias, responsable de medio ambiente de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), ha ilustrado con esta frase el enfado del sector aéreo contra la imágen pública negativa que el fenómeno ligado a Greta Thunberg le ha generado como uno de los sectores que más incidencia tiene en los gases de efecto invernadero y en el cambio climático. "El problema son las emisiones, no la aviación", continuó Javier Gándara, director general de EasyJet en España y presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que representa a un 90% de las compañías que manejan mayor tráfico de pasajero, durante su intervención en un foro sobre fiscalidad ambiental organizado por Andersen Tax & Legal.
Gándara defendió el esfuerzo de las aerolíneas por reducir su huella de carbono (el objetivo es rebajar en 2050 un 50% las emisiones con respecto a las de 2005) y criticó la demagogia que se utiliza para atacar al sector aéreo. "Solo es el responsable del 2% de las emisiones en todo el mundo. Suprimir las rutas de menos de 500 kilómetros tan solo serviría para rebajar un 5% del volumen agregado de contaminación", resaltó.
El presidente de ALA consideró la implantación de un cielo único europeo como la medida más efectiva, aunque a medio o largo plazo. "Los aviones dejarían de volar en zigzag en la UE, se ahorraría 50 kilómetros por vuelo y se reducirían un 10% las emisiones", resaltó. Gándara destacó que la vía más rápida y eficaz para reducir el impacto medioambiental, toda vez que el cielo único europeo depende en gran medida del consenso entre muchos países miembros con intereses contrapuestos, es la mejora en el desarrollo de los biocombustibles. "Los combustibles alternativos pueden llegar a suponer un 80% en la reducción de emisiones y son compatibles con la actual tecnología de propulsión, ya que en la actualidad no existe ninguna alternativa a corto plazo", aseguró. Unas metas que, en su opinión, deben verse acompañadas por legislaciones amigables. “Las medidas que adopte el Gobierno en el ámbito de la sostenibilidad deben ser asumibles por el sector aéreo, deben facilitar esa transición, y hacerlo de forma progresiva”, dijo.