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Breakingviews
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La Fox News de Murdoch sobrevive a ‘El escándalo’ de acoso sexual

El filme que cuenta el caso del directivo Roger Ailes no deja la sensación de que se hiciera justicia

Charlize Theron aplaude a sus compañeros de película ganadores del Óscar al mejor maquillaje y peluquería, el pasado día 9.
Charlize Theron aplaude a sus compañeros de película ganadores del Óscar al mejor maquillaje y peluquería, el pasado día 9.REUTERS

La película El escándalo, basada en la caída del presidente de Fox News Roger Ailes, es a partes iguales edificante y deprimente. Ailes, que murió en 2017, dejó en desgracia la cadena de noticias por cable estadounidense después de que una valiente presentadora rompiera un pacto de silencio que rodeaba el comportamiento del ejecutivo y lo acusara de acoso sexual. Al final, el resultado no debilitó gravemente a Fox News.

 El título original de la película, Bombshell (bomba), es apropiado. La narración sigue de cerca la concatenación de eventos iniciada por la expresentadora de Fox News Gretchen Carlson, interpretada por Nicole Kidman. Cuando presentó una demanda contra Ailes en julio de 2016, fue el equivalente a un cóctel molotov dirigido al mundo de los medios, dominado por los hombres.

Ailes, que negó las acusaciones hasta su muerte, no era un ejecutivo de los medios cualquiera. El exasesor de los presidentes Richard Nixon, Ronald Reagan y George Bush padre tenía conocimientos políticos y talento para aprovechar el miedo en la América posterior al 11 de septiembre. Tras haber dirigido anteriormente la CNBC, más tarde convirtió Fox News en un formidable medio conservador para su propietario Rupert Murdoch, lo cual consolidó a Ailes como una de las figuras más preeminentes de la televisión y la política. Enfrentarse a él, como hizo Carlson, era especialmente difícil.

El escándalo captura la dinámica de poder en el lugar de trabajo mostrando a tres personajes principales en diferentes etapas de sus carreras. La agraviada Carlson había sido despedida por bajos índices de audiencia y por cometer el delito de salir al aire sin maquillaje [la película acaba de ganar, precisamente, el Óscar al mejor maquillaje y peluquería].

Megyn Kelly, retratada por Charlize Theron en una actuación asombrosa, está en la cima de su estrellato. Kelly soporta viles tuits del entonces candidato presidencial Donald Trump después de haber moderado un debate republicano en el verano de 2016.

Y Margot Robbie interpreta el personaje de ficción Kayla, una joven evangélica ansiosa por ponerse frente a la cámara. John Lithgow encarna la rapacidad de Ailes en el papel del villano de la película.

En una escena particularmente oleaginosa, convocan a Kayla a la oficina de Ailes. Este le pide que se levante y se de una vuelta, antes de ordenar que se levante la falda. Es insoportable de ver y es solo un ejemplo en la película –hábilmente dirigida por Jay Roach–, que sugiere cómo se aprovechó Ailes de las inseguridades de sus empleados y retorció la ambición de estos para obtener su escabroso provecho.

La valiente táctica de Carlson tiene éxito, hasta cierto punto. Ailes se ve obligado a renunciar después de que Fox realiza una investigación interna, a pesar de su valor para el negocio de Murdoch. En un momento dado, Ailes grita “Gretchen Carlson podría acabar con Fox News”, señalando que la cadena obtenía 1.500 millones de dólares de beneficios. Perder a Ailes podía salirle caro a Murdoch en más de un sentido.

Mientras la saga se desarrollaba, meses antes de que Trump ascendiera a la Casa Blanca –“Él nos necesita, y nosotros lo necesitamos”, dice Ailes en un momento de la película–, el futuro de Fox News era incierto. Se arremolinaban las dudas sobre una fuga de talentos. Kelly se fue por un corto período a la NBC, propiedad de Comcast. Otro preciado presentador, Bill O’Reilly, salió de la cadena en medio de acusaciones de acoso sexual.

Carlson no acabó con Fox, ni tampoco la salida de Ailes. Trump ha venido muy bien a la cadena y a la mayoría de los medios de comunicación de Estados Unidos. El año pasado, Fox News encabezó, según Nielsen, los rankings de audiencia como la cadena de cable con más televidentes, unos 2,6 millones de personas en promedio, superando a la izquierdista MSNBC e incluso al canal deportivo ESPN.

Se puede decir que ahora es la joya de la corona del imperio de Murdoch después de que vendiera los activos internacionales y de entretenimiento de la compañía a Walt Disney. Lo que queda es un conglomerado de noticias y deportes con un valor empresarial de 26.000 millones de dólares.

Asumamos que Fox News esté haciendo más de 1,5 billones de dólares de ebitda, un cálculo a vuelapluma del inversor Gabelli Funds. Con un múltiplo de 10, asumiendo que no hay crecimiento pero tampoco debilitamiento, eso significaría que Fox News representa cerca del 60% del valor de Fox.

Al final de El escándalo, una cansada pero orgullosa Carlson firma un acuerdo de conciliación, con una cláusula de confidencialidad. A medida que los créditos avanzan, cualquier sensación de que se ha hecho justicia comienza a disiparse. La cantidad que Fox pagó a las víctimas, incluida Carlson, ascendió a 50 millones de dólares. Ailes se fue con 40 millones y O’Reilly con 32: 72 en total.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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