Las islas aspiran a ser ‘el Silicon Valley europeo de la economía azul’
Las islas son ya referente en un sector que genera más de 2.700 millones de euros y emplea a unas 60.000 personas en el archipiélago
Uno de los tradicionales hándicaps que han obstaculizado el desarrollo económico de Canarias, – el hecho de estar aisladas en medio del océano– también proporciona una oportunidad histórica. El sector marino-marítimo, que genera en las islas más de 2.700 millones de euros y da empleo a unas 60.000 personas —de acuerdo con los datos del Centro Tecnológico de Ciencias Marinas referidos a 2015—, han posicionado al archipiélago en un referente en Europa; el Silicon Valley de la economía azul.
La pesca, el transporte marítimo, los servicios portuarios, las reparaciones navales, el turismo náutico y de cruceros forman parte de la economía azul, pero también la desalación, la acuicultura, la biotecnología o las energías renovables marinas. Las condiciones de Canarias para el desarrollo de estas actividades, con 1.500 kilómetros de costa y 450.000 kilómetros cuadrados de mar (si se incluyen las aguas pertenecientes a la Zona Económica Exclusiva) son excepcionales. Para aprovecharlas, diferentes instituciones y organismos han coordinado esfuerzos en los últimos años, lo que ha dado lugar a una red en la que están implicados desde los gobiernos central y canario al Clúster Marítimo de Canarias, la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) o la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
El Clúster Marítimo de Canarias, que aúna a más de 80 miembros, entre instituciones, entidades y empresas, constituye el lugar de encuentro de todos los agentes relacionados con la economía azul con el objetivo de potenciar su desarrollo y competitividad. Su gerente, Elba Bueno, quien destaca la importancia para las islas de este sector y del carácter clave de contar un clúster que actúe de aglutinador del sector público y privado, hace hincapié en las posibilidades de empleo y de generación de riqueza que ofrece. “Somos ya referente mundial en reparación naval o en desalación, y nuestras posibilidades de desarrollo en subsectores como el de la náutica de ocio y recreo son brutales”.
La gerente del clúster apunta varios retos para los próximos ejercicios: desde la adaptación de la Formación Profesional para que los alumnos reciban formación que realmente demandan las empresas, a que los propios estudiantes sean conscientes de todas las oportunidades que el sector les brinda. Apunta además a la necesidad de elaborar estadísticas que permitan conocer la verdadera dimensión de esta economía, la mejora de la competitividad de las empresas o un mayor impulso a la biotecnología o la acuicultura, tal y como recoge el documento de la Estrategia 2020-2027.
Justamente en el ámbito de la acuicultura, de la conservación y el uso sostenible de los recursos costeros, una pieza crucial la conforma el instituto ECOAQUA, dependiente de la ULPGC. Ricardo Haroum es su subdirector, aparte de coordinador del Grupo de Biodiversidad y Conservación. “Nuestro trabajo consiste en determinar cómo funcionan los océanos, conocer sus impactos para tratar de darles un valor económico”, explica. Pone el ejemplo de los sebadales, que actúan como sumideros de carbono y que además son refugio de diferentes especies de peces que pasan sus primeros años de vida en ellos. “Conservarlos podría generar unos 600.000 euros de ingresos para las pesquerías del archipiélago”.
En que Canarias sea referente de la economía azul en Europa tienen mucho que ver sus condiciones de laboratorio natural para la experimentación marina. Es donde entra en juego PLOCAN. Creado en 2007 por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Gobierno de Canarias, se trata de una infraestructura científica y tecnológica singular que acelera el desarrollo de tecnologías y conocimientos para un uso responsable y sostenible del medio marino. Destaca entre sus instalaciones una plataforma marina offshore en la costa noroeste de Gran Canaria, con 2.500 metros cuadrados de superficie dedicada a la investigación, o una base de vehículos marinos autónomos capaces de llegar hasta un kilómetro de profundidad.
El director de PLOCAN, José Joaquín Hernández, señala que como resultado del trabajo desarrollado en estos años, se han implementado más de 80 proyectos “en áreas relacionadas con la eólica offshore, las energías marinas, la salud de los océanos, la robótica submarina, la gestión sostenible de recursos marinos o las plataformas multipropósito, entre otras muchas”.
Hernández añade que la gran oportunidad para el ecosistema que rodea a PLOCAN “es poder valorar el funcionamiento, oportunidades e incluso los modelos de negocio asociados a estas nuevas tecnologías o servicios”. Y extiende sus beneficios aún más allá, al fomentar una diversificación de la economía canaria que ofrece oportunidades de empleo y que activa y cataliza un sistema innovador que irradia a otros sectores industriales y de servicios.
