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Pocas directivas y formación inadecuada, dos puntos débiles de la competitividad española

España se sitúa en el puesto 32 del ránking de 132 países de todo el mundo analizados por Adecco Group Institute

Índice de competitividad por el talento global 2020
Belén Trincado
Raquel Pascual Cortés

El año pasado, a pesar de haber tenido un Gobierno en funciones la mayor parte del tiempo, España consiguió mejorar “mínimamente” su nivel de competitividad como país. Así lo indica su puesto 32 en el Índice de Competitividad del Talento Global que analiza exhaustivamente un centenar de aspectos económicos y sociales de 132 países del mundo y que ha elaborado por Adecco Group Institute en colaboración con Google y la Escuela Insead. Concretamente, España bajó un puesto en 2019, pero lo hizo en un grupo de más países analizados, ya que el pasado año solo se examinaron 125.

Este ranking mundial de competitividad, que Adecco ha presentado hoy por séptimo año consecutivo en Davos (Suiza), donde desde ayer se reúnen los máximos líderes económicos, políticos y empresariales del mundo, se centra en la capacidad de los países para gestionar el talento. Esto es, facilitarlo entre su población, atraerlo de fuera, fomentar su crecimiento y retenerlo. En definitiva, todos estos datos comparados miden la competitividad económica y social del país.

La mala noticia es que, pese a haber mejorado levemente en su posición global, la mayoría de los principales obstáculos a la competitividad española en 2018 se repitieron en 2019.

Así, España aparece a la cola mundial en dos cuestiones que repiten la peor puntuación para el país: se trata de las oportunidades directivas para mujeres, que obtiene el puesto 108 de los 135 países analizados ; y la colaboración entre organismos, que mide el grado de intercambio de ideas dentro de la empresa, donde España obtiene el puesto 101 de todo el ranking. Dos cuestiones, por tanto, que no han mejorado el pasado año pese a haberse detectado su debilidad.

Pero la puntuación española pone de relieve otros dos importantes problemas de su mercado de trabajo y de su sociedad en general: la falta de adecuación de la educación a las necesidades de la empresa y la economía y la poca de vinculación de los salarios con la productividad.

España es, según este índice que analiza pormenorizadamente casi un centenar de factores de la economía y sociedad, el sexto país mejor del mundo en el número de matriculaciones en educación superior –y es también la nota más alta sacada en este ránking-. E, igualmente, ocupa el puesto 19 en el número de trabajadores con titulación superior, según datos de la del Instituto de Estadística de la Unesco. Sin embargo, esto no se puede leer aisladamente ya que la cara gris de estos datos llega cuando este trabajo analiza directamente “en qué medida el sistema educativo del país satisface las necesidades de una economía competitiva. En ese punto España desciende al puesto 78 muy por debajo de la media mundial.

Además, el volumen de desempleo entre los ciudadanos con educación terciaria (titulaciones o másteres) es tan elevado que desploma a España al puesto 99 de los 135 países analizados. Ambas cuestiones evidencian la enorme brecha entre la educación y las necesidades empresariales, algo en lo que la inmensa mayoría de los expertos coinciden en que está lastrando la economía española.

Mejor puntuación

En el lado contrario, España destaca en otros aspectos competitivos, sobre todo a la hora de retener el talento que se desarrolla dentro del propio país –en este aspecto obtiene el puesto 23 del mundo, escalando dos puestos desde el año anterior–. Aunque no tanto a la hora de atraer cerebros de fuera, en lo que baja al puesto 83 de los 132 países estudiados.

Este buen desempeño en la retención del talento tiene que ver con algunas de las cuestiones en las que España aparece en la parte alta de este ranking. Por ejemplo, está entre los mejores países por el comportamiento medioambiental de su sociedad (puesto 12 del mundo, algo que está centrando las conversaciones de estos días en el Foro de Davos. También por la calidad de sus infraestructuras de saneamiento en sus ciudades y puebles (puesto 14 del mundo); o su bien valorada protección social o densidad de médicos (ambas cuestiones en el puesto 15). La tolerancia a los inmigrantes también obtiene una de las mejores puntuaciones del mundo (12), si bien no consigue tan buen puesto en el respeto a las minorías (69).

Dicho esto, y visto que algunas rigideces del mercado laboral persisten como obstáculos en la captación y facilitación de talento, hay otros elementos, por el contrario, que sí contribuyen a mejorar la competitividad de la economía. Concretamente, en algo de lo que se ocupa por primera vez este estudio: la adopción de las tecnologías relacionadas con el internet de las cosas o la inteligencia artificial, a lo que este ránking dedica también un capítulo específico. En este punto España obtiene una destacada 14 posición en densidad de robots, en lo que supera a países como Francia (16), Suiza (17) Finlandia (18) o China (20). Sin embargo, queda mucho margen de mejora en la “inmersión en la tecnología emergente”, donde desciende al puesto 54.

En este escenario, y dada la falta de adecuación entra la formación que se da en España y las necesidades de las compañías inmersas en procesos de digitalización, el consejero delegado de Adecco Group ha dicho que “la próxima década se caracterizará por una revolución de la readaptación profesional centrada en lo que se llama, aptitudes de fusión, que permitirán a los seres humanos y las máquinas trabajar en armonía en un modelo híbrido”. Para ello, esta compañía tiene entre sus planes inmediatos a reciclar a cinco millones de trabajadores en todo el mundo hasta 2030.

Los más competitivos

Los mejores. Suiza, Estados Unidos y Singapur son, por este orden, los tres países más competitivos del mundo según el Índice presentado ayer por Adecco Group Institute en el Foro de Davos. Los suizos repiten la primera posición que Estados Unidos es la primera vez que escala al segundo puesto desde que se elabora este ránking.

Europa. Si la clasificación se detiene solo en los países europeos, España (puesto 32 entre los 132 países analizados) ocupa el puesto 20 de los 30 Estados que incluye este estudio.

Ciudades. Este trabajo también analiza 155 ciudades pertenecientes a 66 economías de todo el mundo. Y un año más España tiene cuatro de sus urbes en la lista de localidades más competitivas: Madrid (en el puesto 24) y Barcelona (28), que mejoran sus posiciones; y Bilbao (83) y Zaragoza (90), que empeoran su clasificación.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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