Lime mantendrá su actividad en España pese los cierres de EE UU y Latinoamérica
La firma reclama apoyo institucional e inversiones en infraestructura para desarrollar el negocio
La empresa de patinetes eléctricos Lime mantendrá su actividad en España a pesar de que recientemente anunció el cierre de operaciones en 12 ciudades, la mayoría de ellas en EE UU y Latinoamérica. Así lo ha asegurado a CincoDías el director de Lime en España, Álvaro Salvat, que, no obstante, reclama apoyo de los ayuntamientos para acoger a los vehículos de micromovilidad y poder desarrollar el negocio.
“Esto no va a afectar a España. Nuestro objetivo como empresa es llegar a ser rentables y sobre todo no depender de inversores. Queremos ser suficientemente rentables y que nuestro negocio genere los recursos para avanzar. Estos cierres son una decisión de empresa que nunca es agradable, pero es necesaria por la seguridad de la compañía y para cumplir nuestros objetivos”, indica.
Igualmente, Salvat añade que “el mercado avanza de una manera en la que tienes que ser sostenible financieramente y es una decisión que nos ha tocado hacer. Esperamos llegar a un momento económico que permita regresar al máximo de ciudades posible, pero tenemos que tener una serie de condiciones que nos ayuden”.
Los cierres anunciados en Atlanta, Phoenix, San Diego y San Antonio (Estados Unidos), Linz (Austria), Bogotá (Colombia), Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay), Lima (Perú), Puerto Vallarta (México) y Río de Janeiro y Sao Paulo (Brasil), se llevarán a cabo, precisamente, para buscar la rentabilidad de la empresa a través de su propia actividad. Sin embargo, aunque España no se encuentra entre los destinos afectados, el director de Lime reconoce que supone una “llamada de atención”, ya que “necesita” apoyo institucional para desarrollar su actividad.
Y es que, las trabas administrativas que ha encontrado el sector por parte de las ciudades han impedido desarrollar su actividad y ha provocado que muchas empresas hayan cancelado sus operaciones. “Las restricciones hacen que España sea un mercado muy duro. Tenemos la necesidad de que los ayuntamientos estén de nuestro lado. Estamos convencidos de que somos uno de los agentes más importantes que van a cambiar la movilidad del futuro. En estos momentos está habiendo restricciones por contaminación en Madrid y Barcelona, y las seguirá habiendo”.
La compañía de origen californiano desembarcó en Madrid a mediados de 2018 y entonces tenía como objetivo extenderse a otras ciudades españolas. No obstante, tras el cambio estratégico del grupo, centrado ahora en lograr la rentabilidad de forma orgánica, supedita esa expansión a la receptividad por parte de los consistorios. “El mayor bloqueo es la falta de claridad regulatoria. Hay voluntad por parte de los ayuntamientos, pero los avances no han ido lo rápido que nos gustaría y en nuestro caso la expansión está condicionada a la voluntad política", concluye.