Rembrandt y el ‘Tesoro del Delfín’ marcan el rumbo de las exposiciones en 2020
El Guggenheim acoge una exposición de Lygia Clark antes de que parta hacia Venecia
Será difícil volver a alcanzar la cifra de los casi 20 millones de visitantes que los museos españoles lograron a lo largo de 2019, alimentada en buena parte por los platos fuertes de la celebración del bicentenario del Museo del Prado, que recibió más de 3,2 millones de personas. Pero las pinacotecas del país ya preparan el nuevo ejercicio, también con importantes apuestas para seguir la estela de 2019, y que van desde los secretos más ocultos del conocido Tesoro del Delfín hasta una monografía del retrato en el Ámsterdam del siglo XVII, con varias pinturas de Rembrandt como principal exponente.
El propio Museo del Prado, a partir del 9 de marzo, exhibe durante algo más de seis meses el conjunto excepcional de los 101 estuches del Tesoro del Delfín, uno de los más completos del mundo, con ejemplares que se mueven entre los siglos XVI y XVIII. Sus curiosas formas se diseñaron para proteger cada pieza. También el Prado, a partir del 31 de marzo, abre las puertas de Las invitadas, una muestra que aborda el papel de la mujer en el sistema español del arte entre los siglos XIX y XX.
Otra de las citas más señaladas es la que tendrá lugar en el Museo Thyssen entre el 18 de febrero y el 24 de mayo. El centro presenta, por primera vez en España, una exposición dedicada a la faceta de Rembrandt como retratista, un género en el que el pintor más importante del siglo XVII holandés alcanzó también el máximo nivel. Junto a una veintena de sus retratos, se presentarán destacados ejemplos de otros artistas activos como él en Ámsterdam durante el Siglo de Oro holandés, sumando un total de 80 pinturas, algunas nunca antes vistas en Europa. Algo más tarde, a partir de verano, el centro presenta una retrospectiva sobre el pintor norteamericano Alex Katz, una de las principales figuras del arte americano del siglo XX y precursor del arte pop.
El Reina Sofía, desde el 22 de abril, deja un hueco a Disonata, una exposición que se centra en el papel del sonido en el mundo del arte, a raíz sobre todo de las vanguardias del siglo XX. La exposición muestra una selección de formas, géneros, aproximaciones y casos singulares, en las que el arte sonoro se mezcla con el visual.
Otra de las muestras más especiales es la que ha planeado el Museo Nacional de Arte de Cataluña, que entre el 14 de mayo y el 13 de septiembre alberga una exposición sobre la figura de Isidre Nonell, uno de los mejores artistas de finales del siglo XIX e inicios del XX, del cual el museo conserva un importantísimo fondo, y que bebe de la inspiración y tradición de Goya y Picasso.
En Bilbao, antes de que parta rumbo a Venecia, el Guggenheim acoge una muestra sobre Lygia Clark, una importante figura de la vanguardia brasileña cuyo trabajo abarca más de tres décadas de pintura, escultura, dibujos y hasta arte terapéutico. La exposición, abierta a partir del 6 de marzo, presenta un profundo análisis de la obra que se extiende entre 1948 y 1958, etapa crucial en la que la artista experimentaba entre la figuración y la abstracción para articular el lenguaje visual que definiría su futuro.
Algo más tarde, a partir del 20 de octubre, en el Museo Picasso de Málaga, tendrán un hueco reservado las obras de Meret Oppenheim, creadora que logró integrarse como miembro del movimiento surrealista, ganando un indiscutible papel de relieve en el mundo artístico del arte europeo del siglo XX. Después de 30 años, esta será su primera retrospectiva en España.