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Breakingviews
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La debacle de WeWork es un ‘déjà vu’ de las puntocom para SoftBank

La tienda de alimentación online Webvan fue su primer fracaso

Masayoshi Son, CEO de SoftBank, el pasado 5 de noviembre.
Masayoshi Son, CEO de SoftBank, el pasado 5 de noviembre.REUTERS

Se acuerdan de Webvan? La malhadada tienda de alimentación online fue una de las primeras incursiones del jefe del grupo SoftBank, Masayoshi Son, en Silicon Valley, allá por la década de los noventa. Como inversión no funcionó demasiado bien. Después del rescate de WeWork de este otoño, un tercer intento encontrará más escepticismo entre los inversores.

Mucha gente hizo malas apuestas durante los primeros días de internet, pero los errores de SoftBank fueron enormes incluso para la época. Al estallar la burbuja, las acciones del grupo japonés perdieron casi todo su valor entre 2000 y 2002, lo que refleja una pérdida de papel de más de 70.000 millones de dólares para Son.

Webvan, como WeWork, tenía un fundador reputado en Louis Borders, famoso por las librerías Borders. Alcanzó una valoración de 1.000 millones de dólares menos de tres años después de su nacimiento, convirtiéndose en el primer unicornio.

La inversión de 160 millones de dólares de SoftBank, en su mayoría justo antes de que Webvan saliera a Bolsa en noviembre de 1999, lo convirtió en el segundo mayor accionista. Webvan se declaró en quiebra en 2001.

Para ser justos, el mayor éxito de inversión de SoftBank también comenzó en esos años: su participación en una joven advenediza del comercio electrónico llamada Alibaba. Y un WeWork racionalizado puede tener un modelo de negocio que funcione, pero no tan bien como la gente esperaba antes de la debacle de su fallida oferta pública de venta.

Aun suponiendo que WeWork se vuelva rentable, el entorno actual de los medios de comunicación amplifica los errores, lo que dificulta la tarea de deshacerse de ellos. El golpe a la valoración de WeWork y la caída de las acciones de Uber Technologies desde su salida a Bolsa contribuyeron a una reducción de valor en el trimestre julio-agosto-septiembre de 5.000 millones de dólares en los fondos Vision Fund y Delta Fund de SoftBank, que suman 100.000 millones de valor.

Eso pesa en la búsqueda de Son de un segundo Vision Fund, más grande. SoftBank ha comprometido 38.000 millones y este segundo fondo ha hecho cerca de media docena de inversiones por un total de 3.000 millones hasta ahora, según una fuente cercana.

Pero la captación de capital externo de entidades como el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí, gran patrocinador del Vision Fund original, se ha ralentizado desde la caída en desgracia de WeWork.

SoftBank se rehizo de la quiebra de las puntocom en gran medida debido a sus enormes ganancias con Alibaba y Yahoo Japón. Y su posición actual no es en absoluto apremiante. Las inversiones de Vision Fund seguían valiendo colectivamente a finales de septiembre más de lo que costaron, según los datos de SoftBank.

WeWork ha forzado a SoftBank y a sus fondos a enfocarse más intensamente en la gobernanza y la rentabilidad que en el crecimiento de los ingresos. Aun así, los inversores saben que Vision Fund 2 será la tercera oportunidad de Son.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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