Cuando la I+D deja su huella en la lucha contra los tumores o la diabetes
El laboratorio de Lilly en Alcobendas ha participado en el desarrollo de Verzenio, un fármaco contra el cáncer de mama
Si hay un descubrimiento con sello español es el de abemaciclib –Verzenio, como se conoce comercialmente–. Un fármaco oral para el cáncer de mama metastásico, lanzado en 2018 por la estadounidense Lilly, que se incluyó este año en el Sistema Nacional de Salud y que contó con una participación mayoritaria en todas las fases de desarrollo del medicamento de los científicos que trabajan en su centro de I+D de Alcobendas, en Madrid, dedicado a la investigación preclínica y que conmemora su 35 aniversario.
“En España se hace investigación de vanguardia”, afirmó Nabil Daoud, presidente y director general de Lilly España, Portugal y Grecia, en un acto celebrado en este laboratorio de 7.200 m2 y en el que se premió a tres de los seis investigadores (farmacéuticos, químicos y biólogos) que comenzaron esta aventura en 1984. El equipo supera hoy los 100 empleados.
Lilly España celebra 35 años de investigación preclínica
“Siempre que ponemos a disposición de los profesionales sanitarios un nuevo medicamento nos sentimos muy orgullosos, porque es un paso más en nuestro fin de mejorar la salud de las personas. Y en esta ocasión más, por ser una molécula para tratar una enfermedad muy grave y por el protagonismo especial del equipo de Lilly España en toda la cadena de valor”, comentan desde la compañía con sede en Indianápolis.
La oncología es su principal foco, pero no el único. “El grupo de Alcobendas ha tenido también una gran importancia en el desarrollo de medicamentos de endocrinología (obesidad y diabetes tipo 2), neurociencias (depresión, trastornos psicóticos, alzhéimer, párkinson y dolor) e inmunología”. La I+D se lleva a cabo en red con los demás equipos de investigación de la empresa –con 14 centros en 8 países–, de ahí que los científicos de España participan con mayor o menor implicación en el desarrollo de las distintas moléculas, explican.
Hacia la personalización
Si bien en sus inicios, en el centro de Alcobendas, la firma atendía todas las áreas terapéuticas en las que trabaja (infecciones, ansiedad, depresión –donde destaca el superventas Prozac con 30 años en el mercado–, esquizofrenia, diabetes –aquí resalta la insulina Humulin–...), la compañía comenzó un proceso de especialización con la inauguración en 2002 de su unidad de investigación en química médica y orgánica, a la que se sumó en 2009 la de bioquímica y biología celular.
Así pasó a enfocarse en oncología, endocrinología y enfermedades autoinmunes, “aunque siga contribuyendo científicamente en las distintas áreas al resto de centros de I+D”.
En cifras
52,4 millones de euros es el monto que Lilly España dedicó en 2018 a proyectos de I+D.
106 empleados tiene la empresa en su centro de investigación de Alcobendas, hace 35 años eran seis.
También han avanzado en tecnología. “Los procesos son cada vez más automatizados, lo que acelera la síntesis de los medicamentos”, apuntó la investigadora Lourdes Prieto, durante el recorrido por las instalaciones, que cuentan con una planta de producción que exporta a 125 mercados.
La apuesta ahora es la personalización. Por eso la compañía aumenta su interacción con hospitales y el sistema sanitario para saber la reacción de los pacientes ante un determinado fármaco, es decir, para saber si funciona o no. Además, colabora con el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y universidades. “La investigación tiene que ser uno de los principales motores para el desarrollo de la sociedad”, avanzó Juan Velasco, director del centro.
Datos clave
Inversión. Lilly España, filial 100% propiedad de la compañía estadounidense desde 1997, invirtió en 2018 más de 52,4 millones de euros en I+D, un 14,71% sobre las ventas, según datos de la firma. La farmacéutica aterrizó en el país en 1963 a través de un acuerdo comercial. Su facturación total en 2018 fue de 1.639 millones.
Instalaciones. El centro de Alcobendas, que se implica en todo el proceso de desarrollo de un medicamento, desde su descubrimiento hasta su llegada al mercado, ha participado en la I+D de 28 moléculas en 89 estudios en cinco áreas terapéuticas, con 2.500 pacientes involucrados. Y colabora con 600 equipos de investigación en centros sanitarios.