Sánchez pacta con Podemos un Gobierno de coalición con Iglesias de vicepresidente
Los líderes de PSOE y Podemos anuncian el pacto para "un Gobierno rotundamente progresista" con un acuerdo "para cuatro años"
Lo que no fue posible en medio año tras las elecciones del 28A, ha sido esbozado en apenas 48 horas tras el 10N. PSOE y Unidas Podemos han alcanzado hoy un principio de acuerdo, según avanzaban fuentes del partido y han confirmado sus principales líderes, para formar un Gobierno de coalición. Todo ello después de que las urnas pasen factura a su infructuosa negociación anterior y fortalezcan a un bloque de la derecha, con el auge de Vox como tercera fuerza, que sigue siendo minoritario pero podría aspirar a ganar una segunda repetición electoral.
"Los españoles han hablado y nos corresponde a los partidos responder a su voluntad. Hemos alcanzado un preacuerdo ilusionante y progresista" ha anunciado el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Pablo Iglesias, por su parte, ha afirmado que "lo que en abril era una oportunidad histórica y ahora es una necesidad histórica" y ha declarado que estará formado por miembros de PSOE y Unidas Podemos. Ambos líderes han firmado un documento ante la prensa y los principales pesos pesados del partido. Han estado presentes las portavoces parlamentarias de ambos partidos (Adriana Lastra e Irene Montero), así como el consejero áulico del presidente, Iván Redondo. Por la parte de Unidas Podemos han estado también presentes los representantes de las confluencias: Yolanda Díaz, Alberto Garzón y Jaume Asens.
Hemos alcanzado un acuerdo para un gobierno de coalición entre Unidas Podemos y PSOE. Hoy es un día de celebración. Gracias a toda la militancia que peleó que pudiéramos llegar aquí. Hemos demostrado que se puede. ✊🔻
— Alberto Garzón🔻 (@agarzon) November 12, 2019
“Hemos alcanzado un acuerdo para un gobierno de coalición entre Unidas Podemos y PSOE. Hoy es un día de celebración. Gracias a toda la militancia que peleó que pudiéramos llegar aquí. Hemos demostrado que se puede”, había anunciado minutos antes por Twitter Garzón, el líder de Izquierda Unida.
Iglesias obtendría en este nuevo Gabinete un cargo de vicepresidente además de varios ministerios para su grupo, como ambicionaba durante la negociación mantenida con los socialistas durante la legislatura anterior. Según apunta la agencia Efe, el líder de Equo, Juantxo López de Uralde, ocupará alguna cartera, previsiblemente Medio Ambiente o Energía. Sánchez había anunciado durante los debates electorales que la actual ministra de Economía, Nadia Calviño, sería vicepresidenta de un futuro Gobierno. Algo que no fue recogido de buen grado por los de Iglesias.
No obstante, las partes han aclarado que negociarán los detalles del acuerdo, tanto programáticas como de composición del Gobierno, en las próximas semanas. Sánchez ha afirmado que decidirán la composición del Ejecutivo tras la sesión de investidura, que se prevé para la segunda quincena de diciembre.
En julio, Sánchez cedió su opción prioritaria de gobernar en solitario para dar entrada a Podemos pero vetando la incorporación de Iglesias. A partir de ahí. El PSOE llegó a ofrecer a la formación morada una vicepresidencia social, que habría ostentado Irene Montero, así como los Ministerios de Vivienda y Economía Social; Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo; y el de Igualdad.
Podemos rechazó esta fórmula, pues aspiraba a gestionar el Ministerio de Trabajo, aunque a última hora llegó a sostener que aceptaría el planteamiento socialista si también se dejaba en sus manos la gestión de las políticas activas de empleo.
Por el momento, las partes han alcanzado una suerte de acuerdo de mínimos en forma de decálogo. En palabras de Iglesias, este principio de acuerdas apuesta por "el diálogo para solucionar la crisis territorial" y "poner en marcha políticas sociales". Sánchez, por su parte, ha apuntado que se trata de "un Gobierno progresista para avanzar y no retroceder", y que se trata de "un acuerdo de cuatro años, coherente y leal".
Su acuerdo programático pone el acento en la consolidación del crecimiento y la creación de empleo; la justicia fiscal, con una tributación más progresiva; la regeneración democrática; la lucha contra el cambio climático; el impulso a las pequeñas y medianas empresas; la aprobación de medidas sociales; el apoyo a la cultura; las políticas feministas; el apoyo a la España vaciada; y la resolución del problema catalán.
Las fuentes consultadas por la agencia Efe indican que las negociaciones arrancaron ayer mismo, tras la reunión de las ejecutivas de ambos partidos. Y que las han llevado directamente Sánchez e Iglesias.
No obstante, la suma de los 120 escaños del PSOE y los 37 de Unidas Podemos no es suficiente para Gobernar. Alcanzan los 155 escaños, 158 si se suma al acuerdo la formación de íñigo Errejón, dispuesto a un desbloqueo progresista, lo que les dejaría a 18 votos de la mayoría absoluta que garantizaría el éxito de este Gobierno en un debate de investidura. Para lograr la victoria en segunda votación, cuando solo se requieren más síes que noes, deberán apoyarse en algunos de los cinco escaños de las fuerzas regionalistas presentes en el Congreso (PRC, Teruel Existe, BNG y Coalición Canaria), y en los siete representantes del PNV.
La suma, aún así, no es suficiente. Para apuntalar este Gobierno, necesita, por un lado, del apoyo de algún grupo independentista. ERC ya se abstuvo en la anterior intentona de julio, aunque está por ver si lo hará tras el fallo condenatorio a los líderes del procés. Lograr el aval de JxCAT o la CUP se antoja aún más complicado. Está por ver el papel que puedan desempeñar los 10 representantes que le quedan a Ciudadanos, tras el descalabro electoral y la salida de Rivera. Un voto afirmativo permitiría al PSOE y Podemos gobernar sin depender de los nacionalistas, de forma similar a lo que hizo Manuel Valls para permitir que Ada Colau revalidase la alcaldía de Barcelona y se la arrebató a ERC.
Tanto Sánchez como Iglesias han admitido que sus votos son insuficientes. Y han afirmado que en las próximas semanas se reunirán con otras fuerzas políticas para apuntalar el acuerdo.