El BCE retoma hoy las compras de deuda por 20.000 millones de euros al mes
Es la medida más polémica del paquete de estímulos aprobado por la institución en septiembre
El BCE volverá a ser un actor activo en el mercado de capitales a partir de hoy. Coincidiendo con la llegada de Christine Lagarde a la presidencia de la institución, el BCE reinicia las compras netas de deuda, por una cuantía de 20.000 millones de euros al mes. Retoma unas adquisiciones que creía haber dado por zanjadas el pasado diciembre, pero el deterioro económico de la zona euro y las permanentes incertidumbre decidieron a Mario Draghi, en la recta final de su mandato, a impulsar una de las medidas más extraordinarias y polémicas de su política monetaria.
Tras el parón de diciembre a las compras de deuda netas, el BCE no había desaparecido del mercado. Seguía adquiriendo bonos por una cuantía equivalente a los vencimientos de su deuda en cartera, aunque a partir de hoy esas compras serán superiores, en 20.000 millones de euros nuevos al mes, con lo que volverá a engordar su balance.
El BCE ya habría entrado en acción en el mercado primario en las subastas de cédulas hipotecarias realizadas esta semana por las entidades BPCE, de cuya emisión habría adquirido el 33%, y Kreditbank, de cuya colocación habría comprado el 12%, según señala Bloomberg.
Desde que el programa conocido como quantitative easing (QE) se pusiera en marcha, en marzo de 2015, el BCE ha adquirido un volumen de deuda superior a los 2,6 billones de euros, con lo que el tamaño de su balance se ha disparado hasta los 4,68 billones de euros.
La cuantía total de deuda que el BCE vaya a adquirir a partir de ahora, al ritmo de 20.000 millones de euros al mes, es incierta puesto que la institución no ha precisado una fecha para la conclusión de las compras. Ha dejado el final abierto, limitándose a señalar que las adquisiciones terminarán poco antes de que se suban los tipos de interés, sin que haya dado tampoco una fecha estimada para ese alza de tipos. De hecho, en su salida del BCE, Mario Draghi ha dejado dibujado un horizonte de tipos bajos sine die, que solo se elevarán una vez que la inflación remonte de forma sólida.
Las compras de deuda no podrán sin embargo prolongarse indefinidamente, a pesar de que Mario Draghi haya insistido en que podrán extenderse durante bastante tiempo. Las adquisiciones deben respetar el principio marcado por la institución por el que el BCE no podrá comprar más del 33% de una emisión o un emisor y deberá hacerlo respetando el peso de cada país en el capital del BCE. Así, los cálculos apuntan a que el margen para adquirir deuda alemana, del país con más peso en el capital del BCE, sería de un año como máximo.
La reanudación de las compras de deuda ya ha creado una fuerte división interna en el consejo de gobierno del BCE, lo que hace muy improbable que se flexibilicen los límites del programa con tal de prolongarlas en el tiempo. Los gobernadores de los bancos centrales de Alemania, Holanda, Austria y Francia se ha mostrado abiertamente en contra de la medida y algunos de ellos, como el alemán, habrían preferido incluso una rebaja adicional de la facilidad de depósito en lugar de la reanudación del QE.