Fridman afronta su primer conflicto con la justicia española por la quiebra de Zed
El millonario ruso está llamado a declarar este lunes en la Audiencia Nacional
El empresario ruso Mijail Fridman, propietario del 69% del grupo de supermercados Dia a través del fondo de inversión Letterone, está llamado a declarar este lunes en calidad de imputado en la Audiencia Nacional por la quiebra de la compañía tecnológica Zed, fundada por Javier Pérez Dolset.
Será la primera aparición pública en España del magnate, cuya figura se ha hecho casi familiar en el último año y medio tras su irrupción en Dia. Pese a que su defensa, liderada en el último mes por el despacho Baker Mackenzie, intentó que la declaración se efectuase a través de videoconferencia, Fridman deberá acudir hoy a la sede de la Audiencia Nacional colindante con la calle Génova de Madrid.
Así esta previsto que lo haga, según confirman fuentes próximas a su defensa, que insisten en la actitud “colaboradora” y de respeto a la justicia española por parte del millonario ruso. Este deberá responder ante el juez instructor Manuel García Castellón y el fiscal José Grinda, que durante la investigación del caso ha insistido en que Fridman jugó un papel clave de en la quiebra de la tecnológica Zed, algo que el empresario ruso niega. El fiscal ve indicios de supuestos delitos contra el mercado, administración desleal e insolvencia punible.
Grinda ubica a Fridman al frente de una presunta trama cuyo objetivo era asfixiar a la compañía tecnológica fundada por Javier Pérez Dolset para después adquirirla a muy bajo precio, aunque en realidad Fridman no compró la empresa ni consta que hiciera ninguna oferta por ella. Fuentes cercanas a Fridman aseguran que fue Pérez Dolset el que contactó con su firma Letterone para que invirtiera en Zed o la comprara y que Letterone se negó.
Fridman influyó, según el relato del Ministerio Fiscal, a través de varias de Amsterdam Trade Bank (ATB) y VEON. La defensa de Fridman se basará en dos argumentos principales: que el empresario no ejercía ningún control operativo sobre ATB y VEON; y que las acusaciones se basan en denuncias “no corroboradas” realizadas por Pérez Dolset. Respecto a este último punto, fuentes cercanas a la defensa de Fridman explican que los argumentos de Dolset no están “corroborados por ninguna prueba tangible ni contrastada”, y que el empresario español ha buscado, con la acusación a Fridman, ocultar sus responsabilidades en la quiebra de la empresa.
Además, defienden que ATB era el banco con menor aportación en el préstamo sindicado de hasta 140 millones que seis entidades financieras concedieron a Zed. El fiscal entiende que este crédito dotó a Firmdan de una posición de poder en la toma de decisiones de la tecnológica. “Zed disponía de un consejo de administración controlado por la familia Dolset y en el que no se encontraba Fridman”, argumenta su defensa.
En un comunicado hecho público a finales de septiembre, ATB argumentaba que “carecía de la capacidad de tomar decisiones unilaterales sobre el préstamo o de influir en las decisiones mayoritarias” de la tecnológica, y que hasta la fecha no había sido contactado por las autoridades españolas por este caso.
El propio fiscal anticorrupción rechazó que Fridman declarase a distancia la Fiscalía ya que, según argumentó al juez, podría invocar el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal: pedir una audiencia en la que el fiscal y las acusaciones pueden pedir la prisión provisional. Fridman dará su versión ante el juez después de dos aplazamientos. La primera fecha en la que fue llamado a declarar fue el 16 de septiembre, que fue pospuesta al 7 de octubre, y de ahí, hasta este lunes.
Pone su inversión en Dia como argumento
Declaración. Uno de los puntos que la defensa de Fridman también esgrime como argumentos para mostrar la buena voluntad del empresario ruso es, precisamente, su inversión en Dia. “Se ha comprometido a invertir 1.600 millones en España para rescatar a Dia, lo cual será muy beneficioso para la economía española como para miles de trabajadores”, aducen fuentes cercanas a la defensa. La toma de control de Dia por parte de Letterone tampoco estuvo exenta de polémica, tras lanzar una opa de carácter voluntario que le permitió ofrecer un precio de 0,67 euros por acción.