España mejora la senda fiscal de Francia e Italia por primera vez en una década
Mantendrá una brecha con la UE de 7 puntos menos de ingresos y seis de gastos en el próximo lustro. El nivel de deuda pública superará en 14 puntos al comunitario pero mejora ya el galo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió el martes unas previsiones macroeconómicas para España más amables que la media, con una previsión de crecimiento del 2,2% para este año y un 1,9% para 2020, que rebajan en solo una décima las perspectivas publicadas en julio. Aunque su cálculo no ha tenido en cuenta aún el recálculo a la baja del tamaño del PIB que publicó el Instituto Nacional de Estadística, lo que según el organismo podría restar dos décimas de crecimiento a 2019, el resultado sigue en línea con las previsiones del Gobierno español. No ocurre lo mismo con las previsiones de déficit.
A última hora del martes, el Fondo Monetario Internacional ya avanzó que asume que España culminará el ejercicio con un agujero fiscal del -2,2%, frente al -2% que se ha marcado lograr el Ejecutivo en funciones, y que, a falta de conocer si el Ejecutivo que surja del 10N toma cartas en el asunto, el déficit continuará en el entorno del -1,9%, al menos durante el próximo lustro.
Este miércoles, sin embargo, el organismo ha publicado su informe de análisis fiscal en el que arroja nuevos detalles que, si bien apuntan a serias diferencias entre España y la media comunitaria, dejan bien parado al país en comparación con otros grandes estados vecinos.
En concreto, las previsiones emitidas por el fondo indican que España está a punto de mejorar la senda fiscal de Francia e Italia por primera vez en una década. Los datos del FMI, que abarcan desde 2010 hasta el año 2024, indican que el sorpasso al déficit galo se producirá este año y el del italiano en 2020.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que el efecto lo provoca más el empeoramiento de las cifras de Francia e Italia que la leve mejora prevista para el dato español. En concreto, el FMI apunta a que si bien el déficit galo y español culminaron 2018 en un -2,5%, España logrará reconducirlo este ejercicio hasta el -2,2% mientras que Francia lo incrementará al -3,3%. A partir de ahí, la expectativa es que el agujero fiscal galo se reconduzca a una horquilla entre el -2,4% y el -2,6% durante el próximo lustro, mientras que el español se estancará en una cota cercana al -1,9%.
En el caso de Italia, que el año pasado cerró en el -2,1% y este año acabará en el -2%, retrocederá en 2020 al 2,5%, seis décimas por encima de España, manteniéndose cercano al -2,6% hasta 2024.
Pese a la diferencia con estos dos países o la mejora desde el -10,5% que de déficit que registró en 2010, el FMI detecta que España mantendrá un diferencial de cerca de un punto con la media de la zona euro durante los próximos años, y muy lejos del superávit alemán, que cerró 2018 en el 1,9% y se mantendrá entorno al 1% durante otro lustro.
El déficit que presenta España deriva de la diferencia entre los ingresos que obtiene, que este año cerrarán en un 39,1% del PIB, según el FMI, y los gastos que realiza, que se situarán a final del ejercicio en el 41,3%.
A la espera de ver si la nueva legislatura depara algún tipo de reforma fiscal que eleve la recaudación o un plan de ajuste de gastos, el FMI asume que España mantendrá un diferencial de siete puntos menos de ingresos con la zona euro entre 2020 y 2024 así como otro de unos seis puntos en el volumen de gasto, lo que explica su expectativa de que el país no vaya a acercarse al superávit fiscal a medio plazo.
En su informe de coyuntura económica global del martes, el FMI advirtió específicamente a España, entre otros países comunitarios, que debería realizar un esfuerzo por sanear sus cuentas y mejorar sus colchones fiscales a fin de prepararse para otra posible crisis en el futuro. Especialmente, remarca, dado su elevado nivel de deuda.
En este sentido, el FMI estima que España pasará de un endeudamiento del 97,1% del PIB en 2018, a un 96,4% este año, un 95,2% el próximo ejercicio y un descenso progresivo hasta el 90,5% en 2024.
Con todo, esta evolución supondría que el país mantenga una brecha de 14 puntos más de deuda sobre el PIB que la media de la zona euro, si bien los datos también apuntan a que España mejora ya claramente las cifras de deuda de Francia, que cerrará el año por encima del 99% y se mantendrá cerca del 98% en 2024.
Alerta del riesgo de alargar los tipos bajos
En paralelo a su informe fiscal, el Fondo Monetario Internacional ha emitido este miércoles un documento alertando de nuevos riesgos en un “mercado financiero azotado” por la incertidumbre y la desaceleración. La política acomodaticia de los bancos centrales ayuda a la economía, concede, pero ya han llevado a rendimientos negativos a 15 billones de dólares (13,6 de euros) en bonos y auguran un periodo prolongado de tipos bajos que “fomentan la asunción de riesgos financieros” y han generado “una nueva acumulación de vulnerabilidades en algunos sectores y países”. De producirse ahora una desaceleración la mitad de grave que la crisis financiera mundial, el FMI estima que la deuda empresarial en riesgo sería de 19 billones de dólares, el 40% de toda la de las principales economías, incluyendo a España. El informe también alerta del riesgo de sobreendeudamiento, de la persistente precariedad de algunos bancos y aseguradoras o de de la vulnerabilidad de las entidades financieras no bancarias en el 80% de grandes países.