El Bollorexit de Renault hace algo más factible la fusión con Fiat
El candidato más creíble para la operación es el CEO de FCA, Michael Manley
Pobrecito Thierry Bolloré. El consejero delegado de Renault denunció como un “golpe” la reunión del consejo que condujo a su destitución el viernes. El francés tenía la mala suerte de estar manchado por su relación con el antiguo jefe del fabricante de automóviles Carlos Ghosn. Su partida hace que sea un poco más fácil resucitar un acuerdo con Fiat Chrysler Automobiles.
A corto plazo, la salida de Bolloré debería ayudar a estrechar la cooperación con su socio Nissan Motor. La empresa con sede en Yokohama nombró a principios de esta semana a Makoto Uchida, considerado un firme partidario de la alianza francojaponesa, como su nuevo consejero delegado.
El siguiente paso racional sería tratar de revertir el reciente declive relativo del fabricante de automóviles. Las acciones de Renault tuvieron un rendimiento inferior al del índice Stoxx Europe 600 Automobiles and Parts Index en 22 puntos porcentuales durante el pasado año.
Una forma convincente de darles un impulso sería reconsiderar la oferta de fusión de Fiat, retirada por el presidente de la empresa italoamericana, John Elkann, en junio. El acuerdo prometía un potencial de ahorro de costes de 5.000 millones de euros. En dinero actual, el valor de estas sinergias se sitúa en torno a los 33.000 millones de euros, es decir, más que el valor bursátil combinado de los dos fabricantes de automóviles.
El candidato más creíble para la tarea de combinar los dos grupos, y tal vez para sumar a Nissan y a la japonesa Mitsubishi Motors, es, posiblemente, el consejero delegado de Fiat, Michael Manley. De este modo, el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, podría asumir el mismo papel en el grupo combinado, con Elkann como vicepresidente.
Pero la implicación del Gobierno francés, que posee el 15% de Renault, complica las cosas. Es poco probable que los dos consejeros de Nissan en el consejo de administración de Renault apoyen ningún acuerdo en el que el Estado galo mantenga de facto el control del grupo ampliado.
Una manera obvia de que Renault apacigüe las preocupaciones japonesas sería reducir primero su participación del 43% en Nissan por debajo de un umbral del 40%. De este modo se desbloquearían los derechos de voto vinculados a la participación del 15% de Nissan en Renault.
El viernes, los accionistas del grupo francés acogieron con satisfacción la entrada de Clotilde Delbos, directora financiera, como jefa interina, con una subida del 5% en el precio de las acciones. Pero las decisiones difíciles aún están por tomarse.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías