La guerra comercial castiga a Alemania: las exportaciones caen un 1,3%
El sector exterior restó cinco décimas al PIB, que se contrajo una décima en el segundo trimestre
La fuerte caída de las exportaciones alemanas ha dejado a la primera economía del euro al borde de la recesión. La oficina de estadísticas alemana ha publicado el dato del PIB del segundo trimestre, que arroja una caída del 0,1%, ya prevista según el dato adelantado. El mal comportamiento de las exportaciones es el principal factor en esta contracción de la economía: cayeron un 1,3%.
El país está al borde de la recesión, evento que se concretará si el PIB cierra otro trimestre en negativo. Algo sobre lo que el Bundesbank ha advertido, sumándose a los malos datos de cionfianza empresarial. La economía alemana, volcada en las exportaciones y en la fabricación de bienes de equipo, es una víctima colateral de la guerra comercial desatada por Donald Trump.
El sector exterior, de hecho, restó cinco décimas al crecimiento alemán, empañando la mejora de la demanda doméstica ligada a la mejora del consumo y del gasto público. La construcción y las inversiones también bajaron en el trimestre.
El instituto de análisis económico Ifo, de hecho, está alertando que la debilidad de la industria ligada a factores geopolíticos (situación que han denunciado firmas como Henkel o Continental) se está contagiando a otros sectores de la economía. La presión crece para que el Gobierno pilotado por Angela Merkel ponga en marcha planes de estímulo económico.
No obstante, estos planes, que están sobre la mesa del ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, son vistos con escepticismo desde el poderoso Bundesbank. Su presidente, Jens Weidmann, ha asegurado este fin de semana que "no hay motivo para el pánico" y ha alertado de los riesgos de sucumbir al pesimismo económico.
Según los analistas de ING, "los detalles muestran que la contracción estuvo exclusivamente motivada por las exportaciones". Los analistas consideran que el riesgo de recesión ha crecido y que la resistencia de la economía doméstica se ha debilitado. "Un estímulo fiscal podría mejorar la confianza y cimentar un rebote del crecimiento de cara al fin de año. Pero una nueva escalada comercial combinada conla ausencia de estímulos será la mayor pesadilla para la economía alemana".