Grupo Ortiz: diversificación como principal estrategia
El 66% de su facturación procede de fuera de España
La historia del grupo Ortiz, que en el año 2018 alcanzó su récord histórico de facturación con 605,31 millones de euros, refleja el éxito de un proyecto familiar sustentado en la diversificación de la actividad y la prudencia financiera. Estos elementos estratégicos, que acompañan el buen desempeño de las operaciones, mantienen en estos momentos al grupo en una situación favorable en su capacidad de contratación y una positiva solvencia financiera.
Más de medio siglo ha transcurrido desde el nacimiento de Ortiz Construcciones y Proyectos, que en su inicio centró su negocio en las comunidades de Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha y en las actividades de conservación, mantenimiento y reparación de infraestructuras.
A lo largo de sus 58 años de historia no solo ha acabado posicionándose como un grupo de referencia en el mercado nacional de infraestructuras español, sino que ha consolidado su presencia en México, Colombia, Perú y Panamá. Su actividad internacional, que incluye entre otros a Japón, Guatemala y Honduras, fue, de hecho, su principal fuente de facturación en 2018, con un 66% sobre el total. México ha protagonizado la facturación internacional en los últimos dos ejercicios, especialmente en 2018, con el 62% de la misma.
La internacionalización del grupo comenzó en el año 2010 en Latinoamérica ante la falta de licitación en España por la crisis económica, las restricciones de la inversión pública y el agotamiento del modelo de crecimiento en las energías renovables. Apostó por aprovechar su capacidad financiera y la diversificación alcanzada en sus ámbitos de negocio, especialmente en construcción y energía, para crecer progresivamente bajo criterios prudentes de expansión.
Concesiones
Axesor le otorga un rating de BB+ con tendencia positiva
Además de la construcción y la energía, sus áreas de negocio abarcan concesiones, servicios y actividad inmobiliaria y patrimonial. El segmento de energía, donde es referente internacional en EPC fotovoltaico, fue el principal foco de negocio en 2018 y se ha erigido como clave en la evolución del grupo.
Sobre estos fundamentos, Ortiz crece en estos momentos en la contratación de negocio. El año pasado, la cartera pendiente, incluyendo 12 meses de concesiones, creció un 18%, hasta los 1.224 millones de euros (5.551 millones de euros en total).
Ortiz cuenta con una situación financiera favorable tras haber extendido los plazos de su financiación y haber avanzado en sus objetivos de reducción de deuda.
El grupo ha diversificado además sus fuentes de financiación gracias a la emisión de bonos en el MARF, que acompaña su actividad desde 2014, y a la constitución de GOP Socimi y su posterior desinversión.
La situación de liquidez es adecuada y se ve fortalecida por su acceso al mercado de capitales y por la rotación de activos que ha llevado a cabo en los últimos años (proyectos de energía y reducción de participación en Socimi, principalmente). Al cierre de 2018, alcanzó un ratio de deuda financiera neta/ebitda de 1,60 en su perímetro con recurso, que favorece la solvencia. A su favor cuenta ahora con el impulso que ofrece el área de energía, la cartera de obra en desarrollo y la paulatina recuperación de la obra civil en España. Si bien España está experimentando una recuperación de las licitaciones del AVE y del sector inmobiliario, las operaciones siguen marcadas por la menor rentabilidad derivada de la alta competencia y la escasez de mano de obra cualificada.
Por todo ello, desde Axesor Rating le otorgamos en nuestra última revisión un rating de BB+ con tendencia positiva (anteriormente estable). La progresiva consolidación de su política de diversificación tanto geográfica como por líneas de negocio y el avance en la reducción del endeudamiento podría llevar, de mantenerse en el tiempo, a un aumento del rating.