Hoteles y agencias de viaje anticipan otra caída de turistas en verano
Turquía y Túnez ‘roban’ viajeros alemanes gracias a sus bajos precios
No cabe un alfiler en Turquía”. Con esta frase, José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo del lobby Exceltur, que engloba a 28 de las empresas más importante de la industria turística, ilustra la recuperación de uno de los principales competidores de España para captar turistas de sol y playa y el nuevo escenario que se le ha abierto a las empresas españolas para este verano tras varios años de crecimiento desbocado sin competencia.
España alcanzó en 2018 un nuevo récord en la llegada de viajeros extranjeros, con 82,8 millones de turistas, aunque el ritmo de crecimiento anual se ralentizó al 1,1%. En paralelo, la entrada de viajeros foráneos creció un 21% en Turquía y se acercó a 40 millones. Los datos de los cinco primeros meses han seguido esa tendencia y anticipan una temporada alta complicada, con una fuga masiva de turistas alemanes a Turquía (en 2018 ya se perdieron cerca de medio millón con respecto al anterior ejercicio). “Los destinos alternativos como Turquía han hecho muy bien los deberes con el mercado alemán. Hay un número importante de touroperadores medios que controlan el mercado de la distribución y tiene 20 aviones volando permanentemente a Turquía”, remarca Zoreda, que destaca que el verdadero partido para la industria turística se juega en temporada alta, donde se concentra el 50% de las llegadas.
De hecho, 2018 fue el primer año desde 2011 en el que la llegada de viajeros extranjeros a España cayó en los cuatros meses de temporada alta (junio a septiembre), rompiendo una racha de siete años seguidos de crecimiento. En ese período de 2018 llegaron 37,64 millones, con un ajuste de 560.000 turistas (un 1,46% menos) y las perspectivas para este año vaticinan un nuevo ajuste.
Atisban una fuerte recuperación de las ventas en el mercado nacional
“La previsión de llegadas para verano tiene menos presión de demanda que en los dos años anteriores. Ha aparecido una competencia que no teníamos y que ahora sí tenemos. Al mismo tiempo esos mercados se están recuperando a base de precio, especialmente Turquía, Túnez y en menor medida Grecia,están incidiendo en el mercado alemán”, recalca Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), que consideraría “un verdadero éxito” si se lograran alcanzar las cifras logradas en la temporada alta de 2018. “No es descartable que haya otra caída como la sucedida en 2018”, asegura Molas, que añade a sus argumentos otro factor que puede restar todavía más demanda: las buenas temperaturas en el centro y el norte de Europa. “Nos tememos que si se repiten episodios de calor como los de la pasada semana puede haber menos turistas, sobre todo alemanes y nórdicos. El primer destino turístico de los alemanes es Alemania”, remarca. De hecho, las altas temperaturas en el Norte de Europa durante el pasado verano estuvieron detrás del deterioro económico del gigante británico de la turoperación Thomas Cook, La firma se vio obligada a realizar dos profit warnings (revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento) a lo largo del pasado año y cerró su último ejercicio fiscal con unas pérdidas de 163 millones de euros frente al beneficio de 9 millones obtenidos solo doce meses antes.
Advierten sobre las políticas agresivas de Israel o Jordania para subvencionar a las aerolíneas
Para corregir esa tendencia, Molas confía en el buen tono del mercado nacional y del mercado británico, toda vez que la resolución del brexit ha quedado aplazada a octubre. “Estamos viendo el mercado nacional mejor que otros años. Ya hay un 35% o un 40% de los viajeros que ya han hecho reservas, un porcentaje muy superior al de años anteriores”.
Una previsión con la que coincide Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viaje (CEAV), que justifica la recuperación del mercado nacional por el viraje de los hoteleros para aplicarles las mismas tarifas a los extranjeros, “algo que no habían hecho en los tres últimos ejercicios por el exceso de demanda prestada”. Gallego también advierte sobre las políticas agresivas de algunos destinos competidores, como Israel o Jordania, para subvencionar a las aerolíneas que vuelen a sus países.