Natixis da una lección sobre la fragilidad del mercado
Una unidad de fondos propiedad del banco francés tuvo que amortizar la tenencia de bonos exóticos y penalizar a sus inversores
Natixis ha dado a los inversores una lección sobre la dura realidad de la liquidez del mercado de bonos. Una unidad de fondos propiedad de la institución financiera con sede en París ha anotado algunos valores exóticos y ha penalizado a los clientes que intentan retirar su dinero. Las medidas pueden evitar una crisis total, pero también harán que los inversores estén más nerviosos en el futuro sobre los riesgos de ciertos bonos.
En un comunicado, H2O Asset Management, que supervisa alrededor de 30.000 millones de euros de fondos de bonos, dijo que anotó el valor de sus activos no calificados difíciles de negociar y vendió otros, tras un artículo del Financial Times sobre los vínculos de los bonos con el empresario alemán Lars Windhorst, así como 1.400 millones de euros de reembolsos de clientes. A medida que los inversores retiraban su dinero, H2O se vio obligada a revalorizar sus bonos no calificados utilizando valoraciones de terceros, en lugar de su propia estimación de los flujos de caja futuros.
El golpe parece manejable, pero sigue siendo sorprendente. Los inversores que retiran su dinero tendrán que soportar una pérdida de entre el 3% y el 7%, una rebaja que proviene tanto de la menor valoración como de las penalizaciones de salida para reflejar el coste de las posibles cesiones. Sin embargo, los activos menos líquidos, como los bonos corporativos sin calificación, representaron entre el 4,3% y el 9,7% de los activos totales de algunos fondos, lo que sugiere una fuerte caída de los precios.
El movimiento es un humillante revés para Natixis. Solo el pasado 20 de junio minimizó los informes y la suspensión de la calificación de un fondo Morningstar diciendo que no tenían “absolutamente ningún impacto en la liquidez y el rendimiento” de los fondos de H2O. La medida puede impedir que la crisis empeore. Las sanciones de salida deberían eliminar el incentivo para que los inversores se apresuren a retirar sus fondos. Y los inversionistas que se quedan saben que la exposición sin calificación está ahora valorada apropiadamente.
Podría haber sido peor. Las ventas de H2O se produjeron en un contexto más amplio de abundante liquidez de mercado y bajos rendimientos récord en Europa. En mercados más difíciles, podría haber sido complicado conseguir valores para la deuda exótica, y los inversores podrían haber estado mucho más rápidos al llevarse su dinero.
El episodio pone de relieve la brecha entre los activos y pasivos de los fondos de capital variable, gracias a que los bancos centrales han reducido el rendimiento de los bonos con una política monetaria flexible. Esto obliga a los inversores a participar en fondos de mayor riesgo y anima a los gestores a hacer lo propio en valores exóticos. Los activos de los fondos de capital variable en Europa han rebasado el doble de lo que eran en 2009, hasta superar los 10 billones de euros, según un informe del Banco de Inglaterra de 2017, mientras que la proporción de deuda corporativa que poseen ha aumentado en 10 puntos porcentuales hasta el 25%. El enredo de Natixis puede ser solo un disparo de advertencia.
Para más información Breakingviews. reuters.com Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de David Vázquez Baciero, es responsabilidad de CincoDías.