Con el buen tiempo llega la época de los descapotables
Útiles todo el año, es en la temporada estival cuando más partido se saca a estos vehículos
Los descapotables siempre han sido vistos como un capricho, un segundo vehículo para aquellos que pueden permitírselo debido tanto a su precio, algo más elevado respecto a un modelo de techo cerrado, como a una practicidad algo más reducida. No se puede negar que es un tipo de vehículo enfocado al ocio, pero el avance tecnológico y en materia de aislamiento ha ampliado su versatilidad y, además, hoy el mercado está lleno de ejemplos para todos los bolsillos, desde modelos del segmento A hasta los superdeportivos.
Con estos escollos salvados, entramos en la época del año en la que los roadster brillan con más intensidad. En cuanto desaparecen las lluvias y las temperaturas se suavizan, cuesta poco bajar la capota y dejarse seducir por un tipo de conducción ligeramente distinta a la habitual.
Hoy el mercado está lleno de ejemplos para todos los bolsillos
Y es que rodar a cielo abierto genera muchas más sensaciones que hacerlo dentro de un habitáculo completamente cerrado.
Conviene tener en cuenta que, por norma general, un descapotable pesa más que el mismo modelo en formato cupé, consecuencia de la presencia de refuerzos para conservar la rigidez estructural y de la del sistema para abrir y cerrar el techo.
Respecto a lo primero, el empleo de materiales cada vez más resistentes y ligeros ayuda a que la diferencia de kilos entre unos y otros cada vez sea menor, reduciendo así la penalización que supone tanto para las prestaciones como para el consumo.
El tipo de techo más extendido es el blando con activación electromecánica
En cuanto a lo segundo, la variedad de tipos de techo es muy amplia, desde duros retráctiles hasta los de lona de accionamiento manual, pasando por los rígidos desmontables.
Sin embargo, el más extendido es el blando con activación electromecánica, en el que con solo pulsar el botón se abre o cierra la capota, operación que suele tomar unos 15 segundos y que puede llevarse a cabo a 40 o 50 km/h.
El más vendido de la historia
Mazda MX-5. Este biplaza, el descapotable más vendido de la historia, ha ido refinando su concepto generación tras generación: peso contenido, motores briosos y excelente comportamiento en carreteras reviradas. Su diseño es más afilado que nunca y, además, se puede adquirir tanto con un propulsor de 132 CV como con uno más potente de 184. Como alternativa, Fiat ofrece su 124 Spider, que tiene la misma base técnica, pero con ajustes llevados a cabo por la marca italiana y un aspecto más robusto y musculoso.
La ciudad a cielo abierto
Smart Fortwo Cabrio. El urbanita por excelencia siempre ha contado entre sus versiones con una carrocería descapotable, que añade el circular a cielo abierto a su habitual compendio de virtudes: su pequeño tamaño hace que sea realmente manejable y que encontrar aparcamiento sea fácil, sus dos plazas son bastante amplias y sus consumos, muy bajos. Es un vehículo pensando para moverse por la ciudad, algo en lo que la marca hará todavía más hincapié a partir de 2019, cuando solo lo venda con una motorización eléctrica.
El icono británico
Mini Cabrio. El icono británico volvió como un coche de mayor tamaño y puesto al día, aunque respetando el concepto del original. Durante esta nueva etapa ha ampliado su oferta de variantes de manera considerable. La cabrio es una de las más atractivas a nivel visual, puesto que su capota de lona se integra sin problema, otorgándole unas proporciones armoniosas tanto estando cerrada como abierta. Gracias a los servicios conectados, avisa al conductor si va a llover para que cierre el techo.
Elegancia y prestaciones
Jaguar F-Type. Aunque más adelante también ha lanzado una versión cupé, cuando Jaguar presentó el F-Type en 2013 lo hizo como descapotable con techo de lona. Las elegantes líneas habituales en el fabricante británico se funden para dar forma a una silueta muy deportiva, algo que refrenda una oferta de motores de alto rendimiento, siendo el bloque de 300 CV la opción más pequeña disponible, con alternativas intermedias de 340, 380 y 550 CV, y pudiendo elegirse hasta una mecánica de 575 CV.
Regresa un mito
BMW Z4. La marca alemana recuperó en 2018 al Z4, un descapotable que ha desarrollado en alianza con Toyota y que ha servido para dar lugar al nuevo Supra. Luce la reconocible parrilla de doble riñón en el frontal y presenta un conjunto muy atlético, con nervios marcados y grandes entradas de aire. Su oferta de motores abarca tres mecánicas, todas ellas de gasolina: el sDrive20i de acceso, con 197 CV; el sDrive30i de 258 CV y el M40i, con 340 CV y que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos.
Poderío alemán
Porsche 911 Cabrio. El incombustible 911 ya va por su novena generación y, apenas dos meses después de su presentación, dio a conocer su variante Cabrio. Su capota de lona se abre o cierra en 12 segundos a velocidades de hasta 50 km/h, mientras que se puede optar por dos versiones mecánicas, el S o el 4S. Ambas comparten el motor 3.0 bóxer turbo de 450 CV de potencia, pero la primera tiene tracción trasera y la segunda integral. Esto hace que sea ligeramente más rápida en el sprint de 0 a 100 km/h.