El Banco de España mejora su previsión de crecimiento del PIB hasta el 2,4% este año
El organismo revisa cuatro décimas al alza la creación de empleo pero sigue sin descartar un efecto negativo del SMI
La economía española sigue “mostrando una notable fuerza”, gracias a un crecimiento sostenido del empleo y del consumo, una posición competitiva favorable y una política monetaria acomodaticia. Tras los buenos resultados del primer trimestre, mejores de los esperados, que van casi camino de repetirse este segundo trimestre, el Banco de España ha decidido revisar al alza la previsión de crecimiento del PIB para este año hasta el 2,4%, dos décimas más respecto a su última proyección de marzo y también dos más que los cálculos del Gobierno. Aún así, destaca que los efectos expansivos que han permitido la buena marcha económica empiezan a mostrar signos de “atenuación” y de paulatino “agotamiento”, y aunque reconoce que es demasiado pronto para hacer un "análisis riguroso" sobre el efecto del alza del salario mínimo interprofesional (SMI), cree que todavía podría tener un impacto negativo sobre el empleo.
“El crecimiento del PIB se ve ligeramente revisado al alza en 2019, como consecuencia de que la tasa en el primer trimestre resultó ser una décima mayor a la anticipada hace tres meses -hasta el 0,7%, según datos del INE- y de la mejora, también de 0,1 puntos porcentuales de la proyección relativa al segundo trimestre”, para el que el organismo regulador prevé un alza del 0,6%. Así lo plasma la institución dirigida por Pablo Hernández de Cos en el informe sobre las Proyecciones macroeconómicas de la economía española (2019-2021), publicado este viernes. De cara al año que viene y el siguiente, el Banco de España mantiene sin cambios sus previsiones, del 1,9% y 1,7%, respectivamente. Respecto al déficit, corrige a la baja una décima su previsión para este año hasta el 2,4% (0,4 puntos porcentuales más de lo previsto por el Ejecutivo), y dos décimas para 2020 y 2021, cuando calcula que el desfase presupuestario alcance el 1,8% y 1,6%, respectivamente.
El organismo también ha revisado cuatro décimas al alza la creación de empleo hasta el 2% este año, en contra de anteriores previsiones que alertaban de que el alza del SMI un 22% hasta los 900 euros al mes podría destruir hasta 125.000 empleos. No obstante, el Banco de España sigue advirtiendo de que el SMI “tenderá a moderar el dinamismo del empleo en los próximos trimestres”. “Es una cuestión enormemente compleja sobre la que no existen precedentes históricos de esta magnitud. No tenemos una bola de cristal infalible”, ha reconocido el director general de Economía y Estadísticas del Banco de España, Óscar Arce, quien ha añadido que no descartan pese a todo un "efecto negativo" sobre el empleo derivado del mayor coste laboral. Prevé que la tasa de paro cierre el año por debajo del 14% (13,8%) y se sitúe por debajo del 12% en 2021.
Respecto al consumo privado, uno de los principales motores de la economía española, el Banco de España estima que continuará creciendo de forma sostenida, aunque con un dinamismo más moderado respecto a pasados ejercicios. Así, calcula un aumento del 1,8% este año, medio punto por debajo al registrado en 2018 y dos décimas menos de lo previsto en marzo. En el medio plazo, prevé una mayor desaceleración del consumo de las familias, con aumentos del 1,7% en 2020 y del 1,5% en 2021.
En cuanto a la demanda exterior, el organismo regulador apunta que, tras una reducción muy acusada de las exportaciones en 2018, este año se prolongará la tendencia y no será hasta 2020, y 2021 cuando se espera que empiece a producirse una mejora del comercio exterior, “si no se producen nuevos shocks negativos”, algo que tampoco cabe descartar, ha señalado Arce. “Tenemos unas expectativas algo peores sobre los mercados exteriores, aunque compensados por tipos de interés más reducidos, lo que es positivo para impulsar el comercio”, ha destacado. Así, prevé que las exportaciones crezcan un 1,6% este año y que las importaciones lo hagan al 1,4% (1,6 y 2,2 puntos menos, respectivamente, que en la previsión de marzo), a causa las medidas proteccionistas.
El Banco de España sostiene que los riesgos para la buena marcha de la economía española han aumentado y vienen especialmente del exterior, entre ellos la elevada escalada de guerra comercial, que ya están mostrando efectos negativos. A ello se suman la prolongada incertidumbre respecto a la salida de Reino Unido de la UE y a la política fiscal de Italia, los posibles desequilibrios de la economía China, y el aumento de las tensiones geopolíticas, que pueden suponer un repunte de los precios del petróleo y elevar las tasas de inflación. Respecto al ámbito nacional, el organismo advierte del “elevado grado de fragmentación parlamentaria” que, si bien no es nuevo, puede dificultar adopción de reformas estructurales necesarias para potenciar el crecimiento de la economía.