El asalto de Mediaset a ProSieben parece más oportunista que estratégico
La operación tiene más lógica si se atiende al precio del grupo alemán, barato tras varios ‘profit warnings’ y una gestión agitada
El imperio televisivo europeo de Silvio Berlusconi se está expandiendo, pero la lógica parece más oportunista que estratégica. Mediaset, la compañía del ex primer ministro italiano, anunció ayer una incursión de 330 millones de euros en el grupo alemán ProSiebenSat.1. Dado que las sinergias son pequeñas y las posibilidades de una fusión son escasas, el bajo precio de la empresa bávara es probablemente el principal atractivo.
El asalto a ProSieben es una jugada agresiva de Pier Silvio Berlusconi, de 50 años, que desde 2001 dirige el imperio mediático creado por su padre Silvio. Su nueva participación del 9,6% en ProSieben, valorada en conjunto en 3.500 millones de euros, es una “adquisición amistosa”, pero según dos fuentes cercanas a la situación, el grupo alemán no se enteró hasta ayer por la mañana.
Mediaset lleva mucho tiempo defendiendo la cooperación entre los radiodifusores nacionales europeos, que están perdiendo espectadores frente a gigantes como Netflix, e ingresos publicitarios ante Google y Facebook. Una encuesta reciente de UBS reveló que el 68% de los compradores de anuncios desplazarán dinero de la televisión a los medios digitales, donde pueden dirigirse a audiencias específicas. En teoría, una cadena europea más grande tendría un presupuesto mayor para desarrollar tecnología de streaming y publicidad dirigida, y para financiar nuevos programas.
En la práctica, hay pocas pruebas de que las fusiones y adquisiciones transfronterizas tengan sentido en los medios de comunicación europeos, donde los mercados son en su mayoría nacionales. La cadena RTL –presente en Francia, Alemania y Países Bajos– registrará este año un margen de ebitda inferior al de Mediaset o ProSieben, utilizando la estimación mediana de Refinitiv. Y, cualesquiera que sean los beneficios que Pier Silvio tenga en mente, no está claro cómo los hace más probables el hecho de tener el 10% de su par alemán.
Los Berlusconi no tendrán ningún control, incluso si se apresuran a aprobar una resolución para conseguir un puesto en el consejo antes de la junta anual de ProSieben del 12 de junio. Los dos podrían colaborar sin una fusión formal, pero entonces Mediaset podría haberse ahorrado los 330 millones de euros invertidos. Y lanzar un espectacular asalto al amanecer es una forma extraña de empezar una relación de negocios.
La barata valoración de ProSieben –producto de la agitación de la gestión y de varios profit warnings recientes– podría ser el principal reclamo. La media de las televisiones europeas cotiza en 10 veces los ingresos de 2019, según datos de Refinitiv, mientras que el grupo alemán obtuvo un descuento del 23% utilizando el precio de cierre del martes.
Al tomar una participación cercana al 10%, Pier Silvio se puede beneficiar de cualquier aumento de valor y aprender sobre las operaciones de un par por el camino. Y si la fiebre de las fusiones llega a las pantallas de televisión europeas, se habrá comprado un asiento barato en la mesa.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías