Paco Santamaría: "Cada vez hay más artistas sentados en los consejos de dirección"
Ayuda a las empresas a crecer y mejorar su creatividad en todas las facetas. De su taller han salido las lámparas de la película ‘The Sisters Brothers’
Aborrece la palabra inventor, ya que afirma que está todo inventado. Y si tiene que definir su trabajo, Paco Santamaría (Hamburgo, Alemania 1969) lo hace de una manera sencilla, sin adjetivos rimbombantes: “Soluciono problemas”. De toda envergadura. Porque desde su prisma creativo y artístico resuelve dilemas, encuentra remedios o despeja dudas. “Mi trabajo es un método, es un modus vivendi, que pone en juego todas las capacidades. Puedo hacerlo todo y aporto a personas de distintas especialidades aspectos técnicos, creativos, estéticos o técnicos”. Por ello, en su teléfono tiene registradas las llamadas y reclamos de distintas empresas, organizaciones y profesionales de todos los ámbitos, incluidos directores de cine internacionales, pidiendo ayuda para desarrollar una idea o mejorar algo.
“Cuando una empresa tiene un problema me llama. Cada vez hay más artistas sentados en los consejos de dirección porque llevamos toda la vida manejando los códigos para crecer, para desarrollarse. Esa forma de pensar, ese inconformismo que llevamos dentro, es lo que hace que podamos ayudar a otros. Yo tengo la necesidad interior de cambiar las cosas”, explica Santamaría, de pie en su taller de trabajo, un espacio ordenado al milímetro en el que no hay nada fuera de lugar y que forma parte también de su vida personal, ya que considera que no puede desligar ambas facetas.
Estudió Derecho y Económicas y Empresariales, pero enseguida afloraron en él otras inquietudes relacionadas con la investigación, y para ello ha realizado cursos de composición gráfica y de packaging, entre otros, aunque su ansia de conocimiento le ha llevado a ser un autodidacta en la mayoría de las disciplinas. “Soy un artista investigador, de esos que se asoma a una ventana y después a otra, y nunca acabas, porque siempre necesito ver el proceso, además de los errores para consolidar bien el conocimiento”, añade, mientras muestra algunos de sus penúltimos inventos, además de una colección de relojes que realiza por encargo, bajo el nombre de Pacotime, o el modelo de teléfono móvil que hay que usar en una película para que realmente la pantalla ilumine el rostro del actor...
Uno de sus últimos trabajos que le llevó seis meses a Rumanía fue la película The Sisters Brothers, para la que no trabajó como proveedor de servicios, sino que se integró en el equipo para reproducir a través de la iluminación de más de 400 lámparas y 5.000 velas encendidas el ambiente y la estética de 1850. Para ello tuvo que desarrollar 70 lámparas, todas ellas pieza a pieza y de manera artesanal. Dedica todo el tiempo del día a crear. No entiende de jornadas reducidas: “Cuando oigo hablar de ese tema siempre pienso que ojalá inviertan el resto del día en temas interesantes”.