Las tasadoras alertan de una caída de la demanda del alquiler por los altos precios
La AEV advierte de que los inquilinos han llegado al límite de su capacidad de pago en las grandes ciudades
La Asociación Española de Análisis de Valor (AEV) –que agrupa a las principales tasadoras del país– alerta de una "incipiente caída" de la demanda de alquiler por las fuertes subidas de precios en las grandes ciudades. Una tendencia que ahonda todavía más en el problema de accesibilidad a la vivienda ya que una gran parte de aquellos que viven de alquiler lo hacen por no poder permitirse una vivienda en propiedad. Así lo revela el Décimo Observatorio de la Valoración correspondiente al segundo semestre de 2018, elaborado por la AEV junto con la Universidad de Alicante y un panel de más de 20 expertos.
"Tras incrementos en las grandes ciudades que han estado en el entorno del 20% en los últimos tres años, los inquilinos han llegado al límite de su capacidad de pago", ha avisado este martes la responsable del departamento de Economía aplicada de la Universidad de Valencia y autora del informe, Paloma Taltavull, razón por la que ha dicho, se empieza a ver "la incapacidad de la demanda de crecer al mismo ritmo que los precios".
No obstante, ha apuntado la imposibilidad de medir exactamente ese descenso por la ausencia de datos oficiales del mercado del alquiler en España. Precisamente por no disponer de la suficiente información del sector, el real decreto de vivienda que entró en vigor el pasado marzo recoge la elaboración de un índice de precios del alquiler de ámbito nacional en el plazo de ocho meses, por lo que en principio debería estar listo en noviembre.
El fuerte repunte de precios del alquiler en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca, se explica, ha proseguido, por ser las urbes que "atraen mayor población ya que concentran la mayor creación de empleo". Pero también, porque ha habido en los últimos años "un acceso masivo al alquiler" debido a "la importante incapacidad de la demanda de acceder a la propiedad".
De hecho, el 90% del panel de expertos consultados en el informe considera que el principal problema del mercado inmobiliario es el desajuste entre salarios y precios de la vivienda. "Los límites para comprar una vivienda no son las cuotas hipotecarias, que ya son más bajas que los propios alquileres en muchos casos, sino la incapacidad de los jóvenes de ahorrar para lograr pagar la entrada piso, del 20% o 30% el valor de la casa", ha señalado el presidente de la AEV, Germán Pérez Barrio. El responsable de la AEV ha señalado que, en su opinión, ese factor tiene un peso mucho mayor que los posibles cambios culturales que alejan a los jóvenes de la compraventa. "Si hubiera capacidad de compra, los jóvenes estarían comprando", asegura.
Al problema de los bajos salarios se suma también el insuficiente flujo de crédito para construir vivienda nueva, sostiene el informe, lo que explica igualmente la tensión de precios ante la falta de oferta de viviendas. "La sequía de vivienda tras una década sin edificación se ha paliado en parte por las viviendas que no se habían sacado antes al mercado. Hemos vivido del colchón del stock pero ahora ese ciclo ya se está agotando", ha prosigue Pérez Barrios.
La mayoría de expertos consultados por la AEV coincide en que el precio de la vivienda registrará este año un incremento del 4% de media -aunque con ciudades y mercados muy polarizados-. No obstante, no existe consenso en cuanto a la evolución que registrarán a partir de 2020. Mientras que una parte de los profesionales del sector opina que los precios no crecerán tanto por "la reducción de oportunidades en localizaciones 'prime'" y la desaceleración de le economía, otros como la propia Taltavull sostienen, en cambio, que se puede esperar un fuerte repunte: "Tenemos una demanda sostenida, los salarios se están asentando y van a crecer, y eso va a mejorar la capacidad de pago y la concesión de hipotecas. Esos tres elementos generarían una presión mayor sobre los precios", ha concluido.