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Tribuna
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El lado positivo del registro horario existe

No es incompatible con jornadas de trabajo flexible ya que se podrá fichar a través de aplicaciones

CINCO DÍAS

Las empresas españolas ya han empezado la cuenta atrás para instalar las máquinas de registro de la jornada laboral. El día D es el 12 de mayo. Pero, ¿sabemos ver el lado positivo a esta medida?

Es cierto que cuando hablamos de fichar en el trabajo, inevitablemente la cabeza se nos va a un tiempo pasado, trabajadores entrando en las fábricas por turnos para comenzar un duro día de trabajo. Sin embargo, en plena era digital, la situación es totalmente distinta.

La primera diferencia, una muy importante, es que este registro llega a España por medio del Abogado General de la UE tras advertir que la mayoría de las empresas no paga las horas extras a sus empleados, ni se las compensa con días libres. Es decir, no se aplica con objetivo de obligar a los trabajadores a estar 8 horas sentados frente al ordenador en su puesto de trabajo, sino de valorar en su justa medida las horas que dedica a la empresa.

Otra de las diferencias es que, como decía, teniendo en cuenta que estamos inmersos en un proceso de transformación digital a nivel empresarial y personal, el contador que tendrán que instalar las empresas puede tener un reflejo en los múltiples dispositivos que utilicen los colaboradores.

Es decir, el control de las horas de trabajo no es incompatible con jornadas de trabajo flexible ya que se podrá fichar a través de aplicaciones instaladas en los móviles, tabletas u ordenadores de trabajo. De esta manera, los trabajadores con jornadas reducidas también podrán hacer un seguimiento de sus horas, ya que los registros horarios se almacenarán durante cuatro años y podrán acceder a ellos tanto los empleados, como sus representantes y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

La clave para que las plantillas lo vean como algo positivo radica en la manera en la que la empresa se comunique con ellas y que esta comunicación sea lo más transparente posible, ya que queda a elección de cada una de las compañías el modo en el que van a hacer el registro. La comunicación interna es fundamental a la hora de adaptarse a medidas como esta, que en un primer momento pueden interpretarse de manera negativa por los trabajadores. Si favorecemos una comunicación directa, en la que la plantilla pueda hacer las preguntas que le surjan y se le explique el proceso de la manera más sencilla, el día a día de la empresa no tendrá por qué cambiar.

De hecho, también mejorará el ambiente de trabajo, ya que ofrecer la posibilidad a los empleados de que lleven a cabo el registro de sus horas laborales fuera de la empresa les demuestra la confianza que se deposita en ellos, que se respetan sus jornadas de trabajo y que, si se requiere un esfuerzo por su parte, se les compensará de manera justa y equitativa.

Si nuestra empresa puede adaptarse a los requisitos del ministerio y a su vez ofrecer a sus empleados una seguridad de que sus horas de trabajo serán tenidas en cuenta de forma totalmente compatible con una jornada flexible, se sentirán más comprometidos con nuestra empresa y querrán seguir creciendo profesionalmente en ella, sabiendo que valorará su rendimiento justamente.

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