Fridman amplía el plazo de la opa sobre Dia ante la exigua aceptación y pide más liquidez a la banca
El nuevo límite para vender al inversor ruso a 0,67 euros por acción concluirá el martes 30 de abril, que necesita el sí del 35,5%; ahora pide créditos para pagar a proveedores por 380 millones frente a los 170 iniciales
La lucha final por Dia se ampliará una semana. La fecha inicialmente marcada en rojo era el 23 de abril, pero la exigua aceptación de la opa, del 3,3% de todo el capital hasta ayer, muy por debajo del 35% que Fridman necesita para que triunfe su oferta a 0,67 euros por acción del grupo de supermercados, ha provocado que Letterone, el fondo del magnate ruso, amplíe el periodo para decir "sí" hasta el martes 30 de abril.
Además, exige a los bancos un colchón de liquidez para pagar a los proveedores (líneas de confirming y de factoring) de 380 millones, frente a los 170 solicitados en principio, debido al deterioro del negocio en el primer trimestre del año. La caída de las ventas comparables fue del 4,3%.
CincoDías ya publicó el pasado 29 de marzo, cuando la CNMV dio luz verde a la oferta, que el plan era dar un margen superior de aceptación. Cierto es que el consejo ha recomendado acudir a la oferta y que también se sumarán a la opa las acciones por el 1,45% de la autocartera de Dia. Letterone señala que ha tomado "esta decisión para que los accionistas de Dia dispongan de más tiempo para tomar una decisión sobre la aceptación de la oferta tras la terminación de la Semana Santa, para así maximizar la aceptación de la oferta".
El primer accionista de Dia, con un 29% del capital, necesita que dueños de la mitad del 71% que no controla del grupo le vendan sus acciones. En caso contrario, su opa fracasará y no habrá ampliación de capital por 500 millones de euros, la inyección de fondos propios comprometida y garantizada por Letterone siempre que llegue a un acuerdo con la banca. Esto arrastraría a Dia a una situación de insolvencia; de entrada el preconcurso de acreedores y, en caso de no llegar a un acuerdo, al concurso puro y duro. Dia está en causa de disolución desde que el 28 de diciembre reconoció que tiene patrimonio neto negativo, de cerca de 99 millones de euros a cierre de diciembre. El plazo de aceptación arrancó el pasado 1 de abril, después de que el supervisor de los mercados aprobara el folleto de la opa de Letterone.
El socio director de la división de distribución de Letterone y hombre elegido por Fridman para cerrar la adquisición de Dia, Stephan DuCharme, está manteniendo una actividad frenética a dos bandas. Por un lado, pilota las negociaciones con Santander, BBVA, Societé Générale y Barclays, los líderes del sindicato de bancos acreedores, entre los que también están Deutsche Bank, BNP Paribas, ING, Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG), Commerzbank, JPMorgan y CaixaBank. Por otro lado, con los inversores de Dia, con los que mantiene conversaciones para convencerles de la necesidad de acudir a su oferta.
DuCharme ha afirmado hoy a través de un comunicado que “sin una inyección de capital y un cambio en el gobierno y en el liderazgo para lograr una exigente transformación, liderada por Letterone, la viabilidad del negocio está en duda", y ha alertado de que, en caso de que la opa no triunfe, "el consejo de administración de Dia puede verse obligado a acogerse al régimen de insolvencia o a llevar a cabo canjes de deuda por capital, lo que provocaría nuevas pérdidas significativas para los accionistas".
El dato de aceptación de la opa está lejos del 35,5% que necesita Fridman para hacer que triunfe su propuesta, según fuentes conocedoras de las cifras. Aunque fuentes financieras señalan que las órdenes de venta en cualquier opa se acumulan en los últimos días. GVC Gaesco, la entidad encargada de liquidar la oferta, informa puntualmente todos los días a Letterone del nivel de síes a su propuesta.
El movimiento de alargar el plazo de aceptación también amplía automáticamente la fecha para una eventual mejora del precio. El límite es de cinco días hábiles antes de concluya el periodo de aceptación, de manera que ahora el día último para presentar una subida de la contraprestación es el jueves 25 de abril. Las fuentes consultadas señalan que los accionistas más duros a la hora de dar su brazo a torcer son los minoristas. El precio ofrecido está lejos del máximo histórico de más de 7 euros que Dia marcó en abril de 2015. Y, aunque el riesgo es perder toda la inversión, una parte de los asistentes a la junta celebrada el 20 de marzo se negó en redondo a vender al precio propuesto por Fridman, que entró en el capital del grupo en julio de 2017.
El pasado 20 de marzo en la junta de accionistas, dueños del 14% del capital del Dia –solo estaban representados propietarios del 54,3% incluyendo el 29% de Letterone– votaron a favor del plan del consejo. Es decir, rechazaron la opa de Fridman y apoyaron la ampliación de capital por 600 millones de euros potencialmente dilutiva, puesto que podía ejecutarse a un precio tan bajo como de 0,01 euros por acción, como publicó el 5 de febrero CincoDías.
Negociaciones con los bancos
El otro frente abierto por Fridman, el de los acreedores, está más controlado, después de que las entidades financieras hayan aceptado el grueso de las peticiones del inversor ruso, como publicó este periódico el pasado 12 de abril. Los puntos fundamentales para sellar el acuerdo están logrados. Los bancos han acordado aplazar a marzo de 2023 el vencimiento de los 912 millones que han prestado al grupo y también han aceptado que no haya amortizaciones anticipadas de esa deuda. En principio, los bancos querían que se les devolvieran 100 millones de euros con cargo a las ventas de Clarel y Max Descuento y otros 147, con cargo a la ampliación de capital.
Ahora el caballo de batalla fundamental está en el tipo de interés que se fijará para los préstamos. Aquí hay margen de subida, pues Letterone, aunque defiende que no se les eleven de manera desorbitada, matiza en el documento de condiciones que podría asumir costes no más gravosos a los que soportan “empresas con un nivel de endeudamiento comparable”. Dia pagaba por el pasivo un 1,26% de media en 2017, pero entonces la ratio de apalancamiento calculado como deuda neta entre ebitda era de 1,82 veces, frente a las 4,3 de 2018.
Tampoco existe acuerdo, aún no total, en la restitución de los 380 millones de euros de las líneas de confirming y factoring (en esencia, créditos para financiar el pago a proveedores) que le fueron retiradas a Dia entre octubre y noviembre del año pasado. En principio, la exigencia era de 170 millones pero el deterioro del negocio han llevado a Fridman a más que doblar sus exigencias. Fuentes financieras, con todo, explican que este tema es de menor importancia una vez llegados a los avances actuales.
Una de las primeras medidas de los acreedores sobre Dia fue limitar, tras la advertencia sobre beneficios del 15 de octubre, las líneas de financiación a proveedores de confirming. Así, a cierre del año pasado, el grupo tenía unos límites de 218,2 millones de euros, frente a los 617 de finales de 2017. Un 65% menos. El colchón en este tipo de préstamos de Dia era mínimo, pues a 31 de diciembre había utilizado 199,9 millones. En parte para compensar esta rebaja, las líneas de factoring (otra fórmula de pago a proveedores) utilizadas subieron a 126,4 millones desde los 99,6 de 2017.