_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Irlanda está preparada para el Brexit

Parte de la base de ser un país que comprende y reconoce los beneficios de formar parte de la UE

Dublín (Irlanda).
Dublín (Irlanda).REUTERS
CINCO DÍAS

La incertidumbre sobre el Brexit sigue marcando la agenda. Desconocemos aún cuál será el resultado de las negociaciones entre la UE y Reino Unido, pero si alguien puede hacerse una idea aproximada del impacto del Brexit, esos son los irlandeses, que disponen de algunas certezas para mirar al futuro sin miedo.

Pase lo que pase, Irlanda seguirá siendo parte integral de la UE y la UE seguirá siendo parte integral del éxito de Irlanda, que desde un primer momento comenzó a prepararse para hacer frente a cualquier escenario pos- Brexit. El Gobierno, a través de su agencia de comercio e innovación, Enterprise Ireland, y su ecosistema empresarial, reconoció de inmediato los riesgos que entrañaba la decisión de Reino Unido de abandonar la UE, independientemente del tipo de acuerdo resultante: históricamente ha sido su principal socio comercial, así que era importante empezar a tomar medidas de inmediato para minimizar el efecto de su salida para la economía irlandesa.

Desde el día después de la votación, la prioridad de Irlanda ha sido preparar a sus empresas exportadoras para un Brexit difícil. En el peor de los casos, este trabajo habrá servido como una herramienta de refuerzo tanto para las empresas irlandesas como para sus socios internacionales, independientemente del resultado de las negociaciones.

Al prepararse para el Brexit, Irlanda ha ayudado a las empresas a diversificar sus mercados, ser más innovadoras y más competitivas, y esto no es solo una buena noticia para las propias empresas, sino también para sus socios comerciales internacionales. Solo el año pasado, colaboró, a través de su agencia de comercio e innovación, con más de 1.000 empresas susceptibles de verse afectadas por el Brexit y aprobó financiación por valor de 74 millones de euros a repartir entre más de 500 compañías. Y continúa trabajando intensamente, incluso de forma individual, con los exportadores irlandeses para ayudarles a asegurar su futuro en el mundo pos-Brexit.

El resultado de todo este trabajo es que las compañías exportadoras irlandesas no solo están preparadas para el impacto del Brexit, sino que siguen avanzando en sus objetivos de crecimiento e internacionalización. Están logrando récords de exportación, impulsando la innovación y el liderazgo a nivel internacional en una amplia gama de sectores como el medtech (tecnología médica), construcción de alta tecnología, fintech (tecnología aplicada a las finanzas), agritech, TIC o tecnologías emergentes, por nombrar algunos.

Esto se debe a que cuentan con lo que denominan The Irish Advantage: el valor añadido que las compañías irlandesas aportan a sus socios globales y que aúna innovación, competitividad y una actitud de predisposición y flexibilidad en los negocios.

Las empresas irlandesas ya tenían puesta la mira en la globalización antes de que se acuñara el término Brexit. Están comprometidas con el proyecto europeo y, en consecuencia, proporcionan soluciones innovadoras totalmente alineadas con la regulación de la UE y se benefician del libre comercio sin aduanas, aranceles o barreras comerciales, todo ello sin los riesgos del factor cambio de divisa en su relación comercial con los países de la zona euro.

Contar con una herramienta como una agencia dedicada a la innovación y el comercio exterior permite a Irlanda promocionar el trabajo de sus empresas no solo de puertas para adentro sino en todo el mundo, incluyendo España, en asociación con empresas nacionales, para ayudarles a obtener esta ventaja irlandesa. Una parte esencial de sus funciones consiste en ofrecer a los socios internacionales en múltiples sectores una puerta de entrada a la innovación y soluciones irlandesas de vanguardia para sus negocios.

Un buen ejemplo es el de la compañía irlandesa PFS (Prepaid Financial Services), una startup del sector fintech, que el pasado año incorporó a su cartera de clientes a Correos, lo que le ha abierto la puerta a miles de usuarios en España.

Sea cual sea el resultado final de las negociaciones, Irlanda seguirá representando uno de los casos de éxito más sobresalientes de la UE, partiendo de la base de ser un país que comprende y reconoce los beneficios derivados de formar parte de la familia de la UE.

El Brexit es un desafío para Irlanda, pero es un desafío compartido para todos los países europeos y Reino Unido y lo superaremos juntos. En el caso que nos ocupa, una cosa está clara: el músculo exportador irlandés es robusto, innovador y lo suficientemente competitivo como para hacerle frente, pase lo que pase.

Alberto Cisterna es director de Enterprise Ireland para España y Portugal

Archivado En

_
_