Radiografía de las hipotecas en 2018: menos antiguas y más compra para alquilar
El saldo hipotecario alcanzó los 478.946 millones de euros, el 5% más, en un conjunto de 5,728 unidades
El análisis de la cartera hipotecaria de la banca española revela los rasgos propios de un mercado inmobiliario en recuperación y de unos balances en los que las entidades ya se han desecho de la gran parte de carga tóxica heredada de la crisis.
Según el estudio que presenta hoy la Asociación Hipotecaria Española, el saldo hipotecario creció el pasado año el 5%, hasta los 478.946 millones de euros. Un crecimiento que no se debe solo a la mejora económica y financiera sino a la incorporación de nuevas entidades a la cartera y al efecto de los acuerdos de fusión en el sector, que generan balances de tamaño superior, según explica la AHE.
El número de hipotecas en vigor asciende a los 5,728 millones de unidades, con un importe medio a diciembre de 2018 de 86.054 euros. la cuantía desciende desde los 91.111 euros de diciembre de 2017 o los 98.480 euros de diciembre de 2016. En la nueva concesión de hipotecas, el importe medio anual es sin embargo muy superior, de 142.660 euros.
El estudio de la AHE también muestra una cartera hipotecaria en conjunto menos vieja, fruto de la creciente nueva concesión. Así, los préstamos originados dentro del último año representan el 9,5% del total, frente al 8,9% de finales de 2017 o el 7,2% de diciembre de 2016. Además, el tramo de préstamos formalizados hace más de un año pero cuya antigüedad no supera los 5 años, gana peso sobre el total de la cartera. Desde el 18,8% a cierre de 2016 al 24,3% dos años después.
El 85,7% de la cartera hipotecaria viva se concentra en los préstamos para la compra de vivienda habitual, un porcentaje que desciende desde el 89,7% de diciembre de 2015. Así, se han abierto paso tímidamente en los últimos años otras opciones, como la compra de vivienda para alquiler o como inversión, que ha pasado de suponer el 0,5% de junio de 2016 al 0,7% de diciembre del año pasado. La AHE destaca además el papel que está tomando la financiación de vivienda de reposición.
En el tipo de colateral del préstamo hipotecario destaca el peso creciente de la exposición crediticia residencial, en detrimento de la actividad comercial. Hace tres años, la cartera residencial suponía el 71,5% del saldo vivo hipotecario, frente al 78,9% de diciembre de 2018.
Según AHE, esta evolución pone de manifiesto el desplazamiento de la nueva oferta competitiva hacia aquellos segmentos de negocio más rentables y sostenibles en el tiempo y la operativa de desinversión llevada a cabo por la banca para desprenderse o reducir la excesiva exposición crediticia asociado al sector de la construcción e inmobiliario.