Cepsa descarta una OPV en 2019 y busca un socio con Carlyle como favorito
Rothschild trabaja para que Mubadala capte al menos 2.100 millones. Dos financieros y un industrial están en la recta final del proceso de venta
La salida a Bolsa de Cepsa entra en vía muerta. La compañía ha comunicado ya a los bancos que formaron el sindicato colocador el pasado otoño que no tiene intención de reactivar la operación este año, según fuentes financieras, después de que el mal momento de los mercados diese al traste con la operación solo tres días antes de su debut.
Mubadala, el dueño de Cepsa, uno de los fondos soberanos de Abu Dabi, considera que el coste reputacional de volver a internar salir a Bolsa y fracasar de nuevo es demasiado elevado. Por tanto, prioriza ahora la búsqueda de un inversor que le permita desprenderse de una parte de sus acciones en Cepsa y recaudar al menos 2.100 millones de euros.
Como publicó CincoDías el pasado 10 de diciembre, el favorito para ser el socio de Mubadala es Carlyle, que ya emergió como inversor ancla (anchor investor), al que se reservaría un porcentaje previo a la OPV. Si bien, hay otro inversor industrial y otro financiero en la terna. Está previsto que el proceso finalice a finales de abril o inicios de mayo, según fuentes financieras.
Rothschild, el asesor jefe de Mubadala en la desinversión en Cepsa desde el principio, es el que continúa la búsqueda de un inversor que acompañe al fondo soberano en el capital de la petrolera. De entrada, la participación sería minoritaria, si bien fuentes financieras no descartan que llegue a crearse un consorcio que compre más del 50%.
Apollo, CVC, Macquarie y la energética francesa Vitol se interesaron por la compañía. También Blackstone llegó a valorar la transacción, pero finalmente decidió no presentar una oferta. Ahora están en liza Carlyle, otro inversor financiero y otro industrial. Con los bancos que conformaron el equipo de salida a Bolsa fuera de juego, el papel preponderante ahora en el proceso es de Rothschild. Este banco de inversión, liderado en España por Íñigo Pañeda, fue contratado como asesor global de la operación, que fue estructurada desde un principio como un dual track. Es decir, un proceso en que los bancos trabajan en paralelo, bien para encontrar un inversor, bien para una salida a Bolsa.
Todo el trabajo estaba hecho para que el mercado español tratase de salvar un complicado 2018 con una operación de relumbrón. La de Cepsa estaba llamada a ser la mayor colocación en Bolsa desde la OPV de Cellnex, en mayo de 2015.
Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi y dueño absoluto de Cepsa, tenía todo listo para colocar un 25% del capital de la segunda petrolera de España por hasta 2.300 millones de euros en octubre, coincidiendo con un momento especialmente dulce del mercado del petróleo.
Bank of America Merrill Lynch, Citi, Santander y Morgan Stanley actuaban como coordinadores globales. Barclays, BNP Paribas, First Abu Dhabi Bank, Société Générale y UBS trabajaron en un segundo escalón, y finalmente BBVA y CaixaBank completaron el ejército de bancos en un tercer escalón. Allen & Overy y Clifford Chance se encargaban de la parte legal.
Pero el derrumbe del precio del Brent y de las Bolsas de todo el mundo hizo imposible completar el libro de órdenes con demanda de calidad en la horquilla de precios indicada, que iba desde los 13,1 a los 15,1 euros por acción. Estos precios daban una tasación a Cepsa entre los 7.010 y los 8.080 millones de euros. El barril Brent se situaba entonces en el entorno de los 80 dólares y ahora está en unos 65.
Cepsa sí contaba con demanda para realizar la operación a un precio inferior al planteado inicialmente en el folleto de salida a Bolsa, según indican fuentes financieras. Por ello y por la buena acogida que la operación tuvo en un primer momento, los asesores animaron a Cepsa a volver a intentarlo en 2019, cuando las aguas de los mercados bajasen más tranquilas, opción que ha terminado por desecharse.
Otra cuestión por resolver para Cepsa en los próximos meses es su eventual estreno en el mercado de renta fija. El consejero delegado, Pedro Miró, afirmó tras fracasar la salida a Bolsa en otoño que la empresa trabajaba con las tres principales agencias de rating para emitir entre 500 y 1.000 millones de euros en bonos a inicios de 2019.
La lista de posibles estrenos para este ejercicio
La negativa de Cepsa a intentar una salida a Bolsa en 2019 provoca que la petrolera se caiga de las quinielas de las posibles OPV en 2019. Todas las miradas se ciernen sobre Europastry. La familia Gallés ha contratado a ING, JP Morgan y Morgan Stanley para pilotar un debut que el mercado calcula para abril o mayo. Valorada en algo más de 1.000 millones, permitirá a MCH salir del capital y a la familia fundadora hacer caja con una parte de sus acciones, que no comprometa su posición de control. Para el segundo trimestre los inversores esperan el estreno de WiZink, donde el fondo de capital riesgo Värde busca una desinversión. Tampoco podrá llegar antes de octubre el estreno de Haya Real Estate, pues primero debe cerrar la renovación del contrato de la gestión con Sareb, previsto para antes de junio. Con más margen juegan Ibercaja (que debe debutar antes de 2020) y Cabify, donde los problemas regulatorios cuestionan la posibilidad de estrenarse este año