Claves para aprovechar la fiebre inversora por los metales
El paladio despunta más de un 18% en 2019, mientras que el oro suma casi un 4% Las mineras se revalorizan hasta un 30% en el año
El paladio, un metal desconocido para muchos hasta hace unos meses, acumula una subida del 18,6% en el año, que supera el 77% desde los mínimos de agosto y lo sitúa muy cerca de los 1.500 dólares por onza. El resto de metales también registran una larga racha alcista, aunque más moderada. El oro se anota un 3,7% en 2019 y un 13% desde el verano, mientras que la plata o el platino suman un 3% y un 6%, respectivamente, en el año.
La incertidumbre generada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China unida a los síntomas de ralentización económica que ya han sido advertidos a ambos lados del Atlántico y han modificado las hojas de ruta del Banco Central Europeo y la Reserva Federal de EE UU han hecho resurgir estos activos refugio olvidados en las épocas de bonanza económica. Hasta el año pasado, la fortaleza del dólar colocó a la divisa estadounidense en el foco de los inversores, pero los temores a su estancamiento e incluso debilitamiento han llevado al mercado a buscar nuevos refugios.
No obstante, tras el rally que vive el paladio subyace otra razón. Este metal se utiliza para los catalizadores de vehículos de gasolina con el objetivo de reducir las emisiones, lo que ha hecho que tras el escándalo de las emisiones de los vehículos diésel y las normativas internacionales en contra de la circulación de estos automóviles en los próximos años, haya aumentado su demanda. A esto hay que sumar la escasez del metal: para obtener el paladio, es necesario extraer y procesar níquel y platino –por lo que también se está produciendo una subida de sus precios–, y los principales productores, Rusia y Sudáfrica, no van a aumentar la oferta.
Además, los avances de la semana pasada en las negociaciones comerciales entre Donald Trump y Xi Jinping han dado un impulso al precio del paladio, ya que el sector automovilístco sería uno de los más beneficiados del fin de las disputas.
No obstante, los analistas tienen opiniones contrapuestas respecto al comportamiento de estos metales en los próximos meses. Los niveles a los que ha llegado el paladio están muy por encima de lo visto antes. “Estemos en un territorio nuevo que genera un sentimiento que atrae grandes inversiones hacia el paladio ahora mismo y puede impulsar su precio más allá del equilibrio”, afirma James Steel, analista de HSBC experto en metales preciosos. Los analistas de Citigroup anticipan que podría subir entre un 8% y un 15% en un periodo de tres a seis meses.
Con respecto a la otra estrella del año, el oro, desde Goldman Sachs ven una subida del 4%, que lo coloque en los 1.375 dólares por onza de aquí al verano y del 8%, hasta los 1.425 billetes verdes, para final de año.
El rally de las mineras
Como consecuencia de las subidas en la cotización de dichos metales, las mineras han visto cómo sus títulos se revalorizaban en los últimos meses. Son muchos los inversores y fondos que en vez de invertir directamente en el metal, recurren a confiar en las compañías que lo producen.
El índice Bloomberg World Mining, que reúne las mineras cotizadas de mayor capitalización del mundo, se anota un 13,2% en estos dos meses y algunos de sus componentes suman una subida del 70%. Destacan las alzas de las compañías canadienses Kirkland Lake Gold o Alamos Gold, que se revalorizan alrededor de un 30% en 2019. Además, la primera despunta un 86% desde los mínimos del oro del pasado 16 de agosto.
En un terreno únicamente europeo, el índice dedicado a materias primas –compuesto principalmente por compañías británicas– del Eurostoxx 600 sube cerca de un 18% en el año, el doble que el índice que agrupa todos los sectores. Entre las empresas, destacan los ascensos de dos grandes mineras, Rio Tinto y Anglo American. Ambas, dedicadas a la extracción de diversos minerales e incluso diamantes, suman alrededor de un 20% en 2019. Además, la sudafricana Anglo American Platinum, mayor productor mundial de platino y cuyo accionista principal es la empresa británica, acumula una subida del 36,6% en el año y del 88% desde mediados de agosto.
El rally de la plata se está percibiendo en la minera mexicana Fresnillo, su principal productor, que multiplica por cinco las subidas del metal en el año y se revaloriza un 15%. Ganancias similares obtiene la compañía polaca KGHM, uno de los mayores productores de cobre y plata del mundo, que suma un 11,4% en 2019,
No obstante, no todas las grandes mineras están obteniendo unos beneficios en Bolsa tan disparatados. Es el caso del gigante ruso Norilsk Nickel, el mayor productor de níquel y paladio, que se revaloriza un 8,3% en este 2019.
Y otras grandes compañías acumulan incluso alguna caída. La mayor minera dedicada a la extracción de oro, Barrick Gold, pierde más de un 6% en estos dos meses, aunque suma alrededor de un 33,4% desde los mínimos de agosto del metal dorado.
Los fondos más rentables
Los fondos dedicados a la inversión en mineras o que incluyen estos metales en sus carteras también han visto despuntar sus beneficios en los últimos meses. El ranking realizado por VDOS de los fondos en euros que invierten en metales destaca el comportamiento del Frankling Gold and Precious Metal, de la gestora Franklin Templeton, que renta un 16,6% en lo que va de año y un 24,5% en los últimos seis meses.
Los ETF o fondos cotizados también son una opción para los inversores. En este sentido, VDOS destaca la rentabilidad del fondo de UBS, en dólares, que replica el comportamiento del Solactive Global Pure Gold Miners, y renta un 17% en 2019 y un 35% desde agosto.
Pese a todo, Christian Hille, head of Multi Asset en DWS, explica que las carteras que supervisa consideran al principalmente como una opción para diversificar y no como inversión principal. Un informe publicado esta semana por la gestora de Deutsche Bank, afirma que el oro seguirá teniendo protagonismo debido al entorno de inestabilidad política y subraya que “el coste de oportunidad de tenerlo es bajo”, teniendo en cuenta las rentabilidades relativamente bajas de este momento.