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Un joyero en la nube para todos los bolsillos

Verone es una plataforma para alquilar complementos que sigue un modelo de suscripciones

El alquiler de complementos es una de las muchas patas de la tendencia del pago por suscripción en lugar de por pertenencia. Esta es la premisa en la que se sostiene Verone, una plataforma de alquiler de joyas por suscripción. “Lo que la gente demanda es consumir experiencias, buscan la sensación de llevar una joya, no necesariamente de comprarla”, explica el fundador de la marca, Luis Feliu de la Peña.

La idea es que sus clientas (por ahora solo cuentan con colecciones para mujer) estrenen joyas nuevas todos los meses, a través de tres tipos de suscripciones. El plan Casual (a partir de 29 euros al mes) permite disfrutar de hasta dos joyas cada 30 días por un valor de 400 euros, el Chic (49 euros) está pensado para utilizar tres complementos cuyo importe oscila alrededor de 1.500 euros, y el Privé (99 euros mensuales) da derecho a piezas, como máximo a tres, tasadas en 2.500 euros. Estas cuotas cubren el primer gasto de envío, así como un seguro. No obstante, se pueden hacer varios cambios a lo largo del mes y solo será necesario abonar los gastos de envío extra.

Asimismo, quienes lo deseen, pueden adquirir las piezas por un precio preferente. “Al final, es una forma de probar el producto antes de comprarlo. También una invitación a experimentar cosas nuevas por las que en un primer momento no te atreverías a pagar”, apunta el responsable de la plataforma mientras recuerda que, para las indecisas, incluyen un servicio de asesoría.

Las marcas de su catálogo se articulan a través de tres ejes principales: por un lado, firmas consolidadas; por otro, compañías que, aunque no estén orientados al mercado de masas, se pueden encontrar en puntos de venta exclusivos, y por último, tratan de promocionar a jóvenes talentos para ofrecer productos innovadores. Con estas tres líneas, y más de 300 referencias, buscan que cualquiera pueda encontrar piezas atractivas independientemente de sus preferencias. En sus colecciones figuran nombres como Helena Rohner, Yara Figueiredo o Tous. Además, esta última firma ha invertido en el proyecto. “Les gustó tanto la idea que pidieron entrar, pero es una participación minoritaria y sin poder de decisión para garantizar nuestra independencia”, aclara Feliu de la Peña.

Su público objetivo se encuentra entre los 25 y los 38 años, y aunque la plataforma es una manera de hacer accesible la joyería, “también es una opción para gente que se las puede permitir, pero no está convencida de hacer el desembolso que requieren”, apunta el empresario, quien también hace hincapié en que una de las ventajas de alquilar este tipo de complementos es que sufren menor desgaste que un vestido o unos zapatos. En este sentido, el fundador, que plantea Verone como un joyero virtual, defiende que la plataforma es una manera de ampliar el fondo de armario, pues “por poco más de 300 euros al año los clientes disfrutan de piezas por un valor de 30.000 euros, en lugar de limitarse a las cuatro o cinco piezas que se pueden permitir y que acaban cansando”.

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