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La Bolsa española pone en jaque el billón de euros en capitalización

El Ibex cede un 14,97% en 2018, su peor año desde 2010 El selectivo arrancará 2019 en mínimos desde 2016

La Bolsa española, como la mayoría de los mercados europeos, cerró el lunes un año para olvidar. El Ibex se ha dejado un 14,97% en 2018, una debilidad que se ha extendido desde los grandes valores hasta muchos de los que engrosan el mercado continuo. Tanto es así que todo apunta a que la Bolsa habría cerrado el ejercicio con una capitalización inferior al billón de euros, por primera vez desde 2015. Una cifra que no se conocerá hasta mediados de esta semana.

El dato a cierre de noviembre se quedó ya al borde de perder este nivel, en los 1,05 billones de euros, según datos de BME. Por ponerlo en contexto, solo la capitalización de Apple llegó a superar el verano pasado el billón de dólares (874 millones de euros al cambio actual), un nivel que más tarde perdió.

En el último mes el Ibex ha caído un 7,2%, mientras que el Índice General de la Bolsa de Madrid se ha dejado en diciembre un 6,5%. Lo que implica, de partida, que la capitalización habría perdido ese nivel, a expensas de que se publique el dato definitivo.

El mal año de los grandes valores y fundamentalmente de la banca, que vuelve a marcar el compás al que baila la Bolsa española, hunde el dato agregado, pese a que han avanzado en la desinversión del ladrillo que atenazaba su balance. El sector otea los próximos pasos del Banco Central Europeo (BCE) y espera como agua de mayo una subida de tipos que mejore sus márgenes y haga más rentable el negocio tradicional bancario, basado en ganar dinero por prestar el que reciben de otras entidades.

Sabadell es el peor banco del año y cae un 39,58%. Le siguen Bankia, con un recorte del 35,79%, y BBVA que resta un 34,82% en el último ejercicio de Francisco González en la presidencia de la entidad, castigada durante el año por su exposición a la inestabilidad vivida en Argentina y a Turquía. Carlos Torres Vila, su sustituto, lidiará a partir de ahora con la transformación de la entidad junto con Onur Genç, el nuevo consejero delegado.

La guerra comercial pasa factura al Dax

 

El selectivo alemán, con un gran peso de las compañías exportadoras, ha sido el más castigado en el año. Cede un 18% lastrado por la incertidumbre provocada por la guerra comercial desatada por Estados Unidos tanto hacia China como hacia Europa.

 

 

Las dudas sobre la resolución del Brexit, cuyo acuerdo votará el Parlamento británico el próximo 14 de enero, pesaron también en el Ftse, que cedió un 16%

 

También ha sido un año de novedades para Santander, tras el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado y de José Antonio Álvarez como vicepresidente. El banco, con todo, ha perdido los 4 euros por acción al dejarse un 27,49% en el ejercicio. Menores caídas experimentó CaixaBank, un 18,64% menos.

Fuera del Ibex, la fusión entre Unicaja y Liberbank, que se prevé que se culmine en el primer trimestre, ha servido de revulsivo para su cotización. En el año 2018, la primera se revalorizó un 2,22% y la segunda, un 2,76%. También se espera que una nueva entidad financiera (Ibercaja) debute en el mercado en el primer trimestre. Y para finales de año, lo hará previsiblemente la compañía de créditos al consumo Wizink, controlada por el fondo de private equity Värde.

Tampoco ha sido un buen año para otro peso pesado: Inditex, presa desde febrero de un varapalo tras otro de las casas de análisis, que han cuestionado su modelo de negocio y la adaptación de los retailers tradicionales al comercio electrónico. Cede un 23,05% en el año tras haber anunciado por primera vez que no cumplirá con las previsiones que se había marcado para su red física comercial.

En contraste, las eléctricas han sido las únicas cotizadas que han escapado de las caídas. Naturgy –que en este año ha dejado atrás su nombre de Gas Natural–, Iberdrola, Red Eléctrica y Endesa han subido entre un 4,20% y un 15,64% en lo que va de ejercicio. Ence ha caído un 0,27% y ha cerrado el año con la vuelta al Ibex 21 años después.

El buen momento del sector energético también se ha hecho permeable al continuo. Solaria y Audax se han destacado con alzas del 138% y el 184%, respectivamente. Solarpack ha firmado el único debut del año que sigue en positivo, con una subida del 5,7%. El cambio de Gobierno y la política más proclive de la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, hacia las renovables ha incentivado el buen momento del sector.

Y es que, mientras que los grandes valores han sufrido en 2018, el continuo ha mostrado algunas joyas. Siete de sus valores, los calificados habitualmente como chicharros, suben más de un 50%.

También han sido responsables de las caídas la debilidad de las salidas a Bolsa. El mercado ha visto cómo el importe colocado en los debuts se ha reducido a niveles de 2015. Tan solo se han estrenado Metrovacesa y Árima, con una caída del 30,5% para la primera y un crecimiento plano para la segunda, además de SolarPack. Por el camino se han quedado las OPV de Cepsa, Árima, Vía Célere, Haya Real State, Tendam (la antigua Cortefiel) y Testa, que ha optado por el MAB y finalmente ha sido opada por Blackstone.

Los perdedores del año en la Bolsa española

El ocaso de Dia. En su salida a Bolsa en 2011, la cadena de supermercados estuvo valorada en 2.100 millones de euros. La compañía ha sido duramente castigada en el parqué en el año ante el ataque de los inversores bajistas, innumerables cambios en su consejo de administración y órganos de dirección, así como por la reestructuración de sus cuentas y de su deuda. Empezó el año cotizando en 4,40 euros y lo acabó en 0,47 euros por título.

Nyesa, por su parte, cede más de un 90% en el año. La acción de OHL también se encuentra entre las más castigadas en 2018, con una caída del 86%. La empresa registró unas pérdidas de 1.336 millones entre enero y septiembre. Tampoco se libran ingenierías como Tubos Reunidos, Duro Felguera y Abengoa.

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