1,3 billones de euros en ETF afloran con la entrada en vigor de Mifid 2
En Estados Unidos estos productos representan ya el 40% del mercado
Los fondos cotizados (ETF por sus siglas inglés) empiezan a ocupar un lugar predominante en los mercados financieros europeos. Todos los indicadores mostraban que esta tipología de producto estaba creciendo sin parar pero, ahora, con la entrada en vigor de la directiva sobre mercados financieros (conocida como Mifid 2) se ha puesto de relieve el enorme volumen de inversiones que se canalizan a través de estos activos.
Los ETF son un tipo de producto financiero que replica la evolución de un índice bursátil (como el Ibex 35 o el Dax alemán) o un índice de bonos. Al no requerir a penas intervención humana en la selección de valores, los costes son mínimos comparados con los fondos de inversión. Son productos cotizados, como las acciones, y se pueden negociar en varios tipos de plataformas.
La directiva Mifid 2 ha obligado a las entidades financieras a emitir informes de negociación sobre ETF y, tras casi un año de su entrada en vigor, se ha observado que el volumen de ETF negociados es cuatro veces superior al que se estimaba a comienzos de año.
El auge de la gestión pasiva
Costes. La gran ventaja de invertir a través de fondos cotizados (ETF, en inglés) es que tienen unos costes muchísimo más bajos que un fondo de inversión normal. Las comisiones son inferiores al 0,5% anual, frente al 2% que tienen muchos fondos. Los defensores de este formato de inversión consideran que los bajos costes permiten obtener mejores rentabilidades a largo plazo.
Liquidez. Los emisores de ETF garantizan a los inversores que los títulos tienen el respaldo equivalente a las acciones de los índices a los que replican.
Diversificación. Estos vehículos permiten invertir en miles de empresas y bonos con tan solo un simple clic con el ratón del ordenador.
“En 2017, la liquidez visible se limitaba a 500.000 millones de dólares [440.000 millones de euros] aproximados que observábamos en los intercambios realizados en los mercados europeos. En 2018, podemos ver que el mercado de ETF europeo va a alcanzar un volumen cercano a los dos billones de dólares en plataformas tanto en mercados organizados como fuera de ellos en su conjunto”, explica Stephen Cohen, responsable de en Europa de iShare, la marca de BlackRock vender ETF. Esta gestora es la mayor del planeta y maneja activos por un importe de 6,3 billones de dólares.
Incluso sin tener en cuenta los 1,5 billones de dólares (1,3 billlones de euros) de los volúmenes de negociación aflorados tras la entrada en vigor de Mifid 2, los ETF vendidos en mercados organizados están creciendo a tasas del 30%.
“Estos datos confirman que los ETF europeos constituyen un método de inversión eficiente y líquido y que, a medida que el mercado madura, también lo hacen los distintos métodos de los que se valen los inversores para usar los productos, y la capacidad para adoptar posiciones de mayor envergadura”, apunta Cohen.
En Estados Unidos, los ETF ya representan más del 40% del dinero invertido en fondos de inversión, y en Europa es una tendencia en rápido crecimiento.
Este tipo de vehículos los utilizan tanto pequeños inversores que quieren pagar comisiones más bajas (de menos del 0,5% anual, frente al 2% los fondos de inversión), como inversores institucionales. Estos últimos utilizan este tipo de vehículos para tomar posiciones tácticas y baratas para una parte de sus carteras de inversiones. De esta forma se puede invertir en Bolsa de China o en deuda corporativa latinoamericana de forma rápida y con bajos costes.