Cuatro señales para cambiar a tiempo su plan de pensiones
Es esencial supervisar las ganancias a distintos plazos y vigilar las comisiones para que no mermen la rentabilidad Hay que revisar el riesgo de la inversión según cumplamos años
El objetivo está claro: vivir una jubilación con el mejor bienestar económico posible. Dado el esfuerzo que supone ahorrar en un plan de pensiones para complementar lo que nos dará el Estado, hay que hacer todo lo posible para que ese dinero haya engordado a lo largo de los años y nos ofrezca un colchón lo más mullido posible.
Así que no tenga reparos en salir de su plan de pensiones si sus resultados no cumplen sus expectativas. Recuerde que podrá cambiarse a otro de su misma gestora o diferente, sin tener que tributar por ello y cuantas veces quiera. Aquí le proponemos cuatro señales inequívocas que le alertarán de que algo va mal en su producto de ahorro.
Bajas rentabilidades sostenidas en el tiempo
Es una tentación, pero no debemos caer en ella. Ahorrar de cara a la jubilación significa, por definición, hacerlo a largo plazo, de ahí que en este contexto sea muy importante fijarnos en lo que gana nuestro plan en diferentes horizontes temporales. “Presuponiendo que las rentabilidades pasadas no supone que las futuras sean iguales, pero sí que una buena evolución y rentabilidad del fondo a largo plazo nos puede dar señales de buena gestión”, expone Alfonso Castro, director de Arquia Gestión.
Así, actualmente hay planes que destacan con rentabilidades sostenidas en el tiempo. Es el caso del BBVA Plan Telecomunicaciones, que gana un 34,7% a tres años y un 238,9% en la década, o el Santander Renta Variable USA, con un 32,2% y 205%, en los mismos plazos.
Los monetarios llevan años en números rojos, pero si pierden más del 1,6% en un trienio, es la hora de salir de ellos
También destaca otro plan muy conocido, el Naranja Standard & Poor’s 500, con un 274,3% a diez años y un 30,8% a en el último trienio. Sobresale, asimismo, el Mapfre América, que logra un 30% a tres años y un 168% si nos vamos a los diez. Otros dos planes también aparecen entre los mejores en ambos plazos: CABK RV Internacional y el BK Variable América.
“Aconsejamos a nuestros clientes que cuanto antes inicien un plan de ahorro para la jubilación mediante aportaciones periódicas, normalmente mensuales mejor. De esta manera, desde jóvenes pueden convertir la volatilidad en una oportunidad”, recomiendan desde Mediolanum.
Va peor que la media de su categoría
No siempre se puede ganar el que más, incluso en ciertos escenarios hay que asumir pérdidas, pero ver si se está en línea con la categoría a la que pertenece el plan sería una buena referencia. Así, por ejemplo, con datos de VDOS, los planes más rentables pertenecen a la categoría renta variable USA y global, batiendo en general la ganancia media. En el primer caso, esta se sitúa en el 30,6% a tres años y el 225% a diez. Para la de acciones globales, la media está en el 14% y el 136%.
Por el lado contrario, los monetarios llevan años en números rojos, pero si su plan pierde más del 1,6% en los últimos tres años, o gana menos del 1,85% en la década, debería repensarse si seguir allí. En cualquier caso, Carlos Herrera, de EFPA España, hace hincapié en la importancia de contar con un buen asesor financiero, que “se encargará de buscar un plan de pensiones con rentabilidades históricas elevadas y sostenibles, con adecuadas comisiones de gestoría y depositaría, y seleccionará entidades que sean dinámicas en sus inversiones”.
Comisiones altas que se comen lo ganado
La teoría es sencilla: a mayor complejidad en la gestión, mayor puede ser la comisión aplicada, de manera que en los planes que requieran pocas decisiones, esos importes deberían ser casi insignificantes. Sin embargo, no siempre es así, y en el mercado existen muchos productos que, pese a desarrollar una gestión pasiva, cobran gastos importantes.
Giorgio Semenzato, CEO de Finizens, entidad que ofrece productos de gestión automatizada, hace hincapié en que estos permiten “reducir drásticamente esas altísimas comisiones de gestión de los planes de pensiones tradicionales, los cuales no están ofreciendo retornos satisfactorios a largo plazo. Recordemos que cada euro ahorrado en costes es un euro adicional en rentabilidad y, por ello, en patrimonio”.
Cada euro ahorrado en comisiones es dinero adicional en rentabilidad y en patrimonio
“Por ponerlo en contexto, los planes de pensiones suelen cobrar el máximo que les permite el regulador (un 1,50% de comisión de gestión y un 0,20% de depositaría). Esto significa que en 25 años la gestora del plan se ha quedado prácticamente con la mitad de tu aportación”, subraya Unai Ansejo, cofundador, co-CEO y gestor de Indexa.
También Gloria Siso, responsable de ahorro e inversión de ING, banco que ha hecho de las bajas comisiones uno de sus lemas, pone un ejemplo práctico: una persona que esté aportando a sus “planes naranja dinámicos durante 30 años 3.000 euros al año, podría ahorrar 234.367 euros y sumar 15.752 euros gracias al ahorro en comisiones. Sin embargo, en este mismo caso, teniendo en cuenta la comisión legal (1,70%), el ahorro acumulado sería de 218.614 euros”.
Demasiado riesgo... o ninguno
Es esencial que se adapte a nuestro apetito de riesgo. Que no se pasen ni por arriba ni por abajo. Hay que entender el riesgo en un doble sentido: por una parte, la aversión o preferencia del ahorrador por la inversión en activos bursátiles –son a los que más variación se les presupone– y por la cercanía de la fecha de retiro.
“Un plan de pensiones es a largo plazo, y en este sentido es sabido que la inversión en acciones suele generar unas rentabilidades medias sensiblemente más altas que la renta fija. Sobre todo en un entorno de tipos bajos como el actual.Por otro lado, el factor temporal: cuanto más cercana está la jubilación, menos riesgo se debe correr con sus inversiones para asegurar las rentabilidades acumuladas en el pasado”, recuerda Wolfgang Kania, responsable de planes de pensiones y de fondos de Deutsche Bank España.
Pero, como observa José Manuel Jiménez, director del Instituto Santalucía, “por suerte para los ciudadanos, existen muchas clases de planes de pensiones que se adaptan al riesgo que se quiera asumir y una amplia gama de gestoras que hacen que se genere una competencia muy sana. que da un amplio abanico de opciones al cliente”.